
La Unión Europea tiene todos los visos de convertirse en la peor pesadilla de las denominadas 'Big Tech'. Años de insistentes reclamaciones por parte los operadores europeos de telecomunicaciones parece que caerán en terreno fértil, una vez que las reformas regulatorias serán tomadas en consideración, con todos los visos de convertirse en norma comunitaria. El disgusto de multinacionales como Google, Amazon, Apple, Microsoft, Meta y Netflix estará asegurado ya que la futura regulación podría obligarles a participar en la financiación y sostenibilidad de unas redes de telecomunicaciones que acaparan con sos ofertas, contenidos y servicios.
Thierry Breton, comisario de Mercado Interior y Servicios de la Unión Europea, ha tomado el relevo a su compañera del ejecutivo comunitario, Margrethe Vestager, para proponer una consulta pública sobre la contribución justa de estas compañías, sin que colisione con los principios de neutralidad de la red y con la obligación de que todos los proveedores de servicios de Internet permitan el acceso al contenido y las aplicaciones con independencia de su fuente.
En concreto, la Comisión Europea consultará a todos los agentes del ecosistema de las telecomunicaciones y los contenidos online sobre la implicación económica de aquellas compañías que utilicen, al menos, el 10% de la capacidad de red de las telecos, una vez que solo los grandes del sector consumen más del 65% del ancho de banda de las telecos, según han informado fuentes del sector a El Economista. Esos porcentajes están llamados a aumentar ante las exigencias que a buen seguro requerirán los espacios inmersivos del metaverso y la explosión de la web 3.0, aseguran las mismas fuentes.
Por su parte, el comisario de Mercado Interior ha defendido en rueda de prensa este jueves una "participación justa" en la financiación de la "próxima generación de infraestructuras de conectividad" y ha abogado por identificar nuevas fórmulas como "un mecanismo de contribución" para garantizar un desarrollo más rápido de "redes de alta capacidad". En todo caso, "la competencia debe ser la guía de la innovación", ha añadido.
Breton ya adelantó el pasado otoño su voluntad de revisarsi la futura regulación se adapta a los denominados GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), que utilizan el ancho de banda proporcionado por los operadores de telecomunicaciones".
"Estamos lanzando una consulta amplia para el futuro de nuestras teleoperadoras", ha explicado el comisario de Mercado Interior, que ha instado a pensar en las infraestructuras necesarias y las "tecnologías disruptivas" que habrá que tener en cuenta. En un paso más, ha apremiado a asegurar que "las inversiones necesarias se despliegan con eficacia y rapidez", teniendo en cuenta que el bajo retorno de las inversiones en el sector de las telecomunicaciones, el alza de coste de las materias primas y el contexto geopolítico global, con el coste de la energía que juega un papel esencial.
El responsable de Mercado Interior de la Comisión Europea ha defendido un mercado único de telecomunicaciones más "armonizado", que uno de los objetivos que persigue la consulta lanzada este jueves, en aras de una consolidación transfronteriza de los operadores de telecomunicaciones y de las "posibles ventajas de un mercado de frecuencias integrado".
Así, esta consulta pretende determinar los tipos de infraestructuras necesarios para la transformación digital en Europa y recabar las opiniones de las partes interesadas sobre cómo garantizar que las inversiones necesarias para para desplegar estas infraestructuras se movilicen oportunamente en toda la Unión Europea.
La consulta estará abierta durante doce semanas, hasta el 19 de mayo, tal y como aclaró el comisario francés, que ha puesto la vista en el verano como la fecha para que el Ejecutivo comunitario arroje conclusiones sobre esta cuestión. Se trata del paso previo para presentar una propuesta legislativa con las medidas para impulsar la inversión en las redes de nueva generación.
Lo cierto es que esta iniciativa se enmarca en un diálogo sobre la necesidad de que todos los agentes que se benefician de la transformación digital contribuyan equitativamente a las inversiones en infraestructuras de conectividad. Y si bien la Comisión defiende la protección de un Internet neutral y abierto, en paralelo pretende avanzar hacia un mercado único más integrado para el sector de la conectividad.