Intel ha logrado un beneficio neto de 2.600 millones de dólares a cierre del primer trimestre, lo que representa un 30% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando la firma ganó 2.000 millones de dólares, según ha informado la compañía.
La facturación del fabricante estadounidense de microprocesadores se situó en los 13.800 millones de dólares entre enero y marzo, ligeramente por encima de lo que habían previsto los analistas de FactSet, y 1.000 millones más que en el primer trimestre de 2015, cuando ingresó 12.800 millones, un 7,8% menos.
La tecnológica se ha situado así muy por encima de las previsiones en materia de beneficios por acción, donde el mercado esperaba unos bpa de 47 centavos, mientras que la cifra oficial se ha disparado hasta los 54 centavos - 9 más que en el mismo periodo de 2015-.
Por otra parte, la compañía ha anunciado su intención de recortar 12.000 puestos de trabajo, lo que supondría un 11% de su plantilla. Los despidos se producirán hasta mediados de 2017 con bajas tanto voluntarias como forzosas.
Esta decisión no ha tenido buena acogida en el 'after-hours', en el que la firma californiana ha perdido más de un 3% tras conocerse la noticia. Durante la jornada bursátil, la tecnológica cayó un 0,16%.
