
La vicepresidenta de Intel para los negocios de la nube, Diane Bryant, ha aventurado una nueva versión de la célebre Ley de Moore creada por la compañía estadounidense. Si hasta el momento dicho axioma establecía que cada dos años se duplica el número de transistores en un microchip, ahora la misma firma tecnológica traslada parecida regla a la cantidad de información disponible que habrá que almacenar, gestionar, catalogar y analizar. Todo este volumen de información, según explica, se duplicará cada dos años, al menos hasta el 2020.
Por todo lo anterior, Intel ha visto en la nube y en el cloud computing una buena oportunidad para diversificar su negocio y seguir creciendo. Así, a partir de ahora, sus procesadores no solo estarán presentes en dispositivos móviles como las tabletas Surfaces de Microsoft, en portátiles de muy distintas marcas y en otros muchos dispositivos wearables y del Internet de las Cosas (IoT), sino que también sus chips aparecerán en los servidores que alojan nuestros datos del correo electrónico, de nuestra empresa, nuestro banco de imágenes o todo aquello que compartimos y comunicamos a través de las redes sociales. Dicho de otra forma: en la nube.
Intel ya anunció el año pasado su proyecto Cloud for all, con el propósito de generar un ecosistema de más de 10.000 nubes. Este jueves, en un evento celebrado en San Francisco bajo el lema Intel cloud day, presentó a nivel mundial dos nuevos procesadores que esperan satisfacer las principales demandas de los clientes de la nube. Por un lado, el Xeon E5-2600 v4, que, entre otras cosas, mejora en más de un 70% la encriptación de los datos, y la familia SSDs (P3370 y D3700).
Estos últimos son unidades de memoria que tienen la virtud de saber discriminar qué trabajos son prioritarios de los que pueden esperar en un segundo plano. Así, mientras existe espacio libre, los encargos de segundo orden conservan su status, pero en el momento en que llegan acciones que el sistema tiene catalogadas como prioritarias, los anteriores ceden terreno en favor de éstas.
El concepto que ha defendido Intel es el de tecnologías Open Sources. Para ello, ha anunciado el proyecto que está desarrollando con CoreOS y Mirantis, cuyos progresos pretenden animar a las empresas más reticentes a embarcarse en la nube a una mayor velocidad. Al evento fueron invitados expertos de muy distintos sectores que explicaron cómo la computación en la nube está facilitando desde la mejora de tratamientos contra el cáncer dentro de una medicina personalizada, de precisión; a la gestión del Commonwealth Bank of Australia; la administración y gestión de un campus como el de Umea University en Suecia; o la gestión del servicio de atención al cliente de Johnson & Johnson.