
La NASA perderá casi 4.000 trabajadores a corto plazo. Estos empleados, que suponen cerca del 20% de la fuerza laboral de la agencia espacial estadounidense, han aceptado recientemente la "renuncia en diferido" ofrecida por la administración de Donald Trump, en su deseo por reducir considerablemente los gastos gubernamentales.
Datos destacados
Más concretamente, 3.870 de los trabajadores de la NASA han participado en la segunda ronda de su programa de renuncia en diferido (DRP), que se cerró el pasado viernes 25 de julio. Estos se suman a los 870 que se acogieron en la primera ronda y a todas las salidas del personal regular.
Por tanto, el número de funcionarios públicos de la agencia se reducirá de más de 18.000 antes de que Trump asumiera el cargo a, aproximadamente, 14.000. Una iniciativa contradictoria si tenemos en cuenta la ambición del mandatario de EEUU por las misiones tripuladas a la Luna y Marte.
Más detalles
En la actualidad, estas misiones enfrentan desafíos que debemos tener en cuenta sí o sí y no pueden pasar desapercibidos como la incertidumbre presupuestaria, la gestión de programas y proyectos, algunos problemas técnicos y la necesidad de colaboración con la industria comercial.
Precisamente sobre todo ello ha hablado en 'Cope' el físico y colaborador de la NASA, Eneko Axpe. "En las misiones Artemis, en las que se pretende volver a la Luna y luego ir a Marte, el ser humano estará mucho tiempo en el espacio, y hay que prever los efectos en su salud", ha puntualizado el experto.

La alimentación en el espacio: un "universo" aparte
El tema de la alimentación en el espacio es uno de los más comentados y que más interés suscita. A día de hoy, sigue siendo un campo que se está investigando y del que Axpe forma parte: "Estamos estudiando qué plantas y qué alimentos son los más propicios para crecer en una nave espacial".
Las particularidades, como se puede esperar, son diversas y variadas. Por ejemplo, el investigador ha revelado que el gusto en gravedad cero se pierde y que ese es precisamente el motivo por el que a los astronautas se les ofrece comida con picante, para que puedan sentir los sabores.
Otro de los retos que presenta el menú para astronautas es su diseño, tanto nutricionalmente hablando, como su composición y textura. Los platos deben cumplir con unos requerimientos muy delimitados: "Las necesidades calóricas de un astronauta son muy elevadas y hay que elegir platos que sean fácil de consumir y que tengan la textura adecuada", ha detallado Axpe.
En la actualidad, el menú de los astronautas ha evolucionado con creces y lejos de limitarse a aquellos alimentos triturados y cubos de comida deshidratada que aparece en el imaginario colectivo, las nuevas técnicas han permitido nuevas texturas y sabores. Uno de los más conocidos es la de los alimentos liofilizados, que últimamente se puede encontrar en golosinas.