
¿Te imaginas que en tu hogar existan dispositivos que contengan oro de 22 quilates? Aunque pueda parecer sorprendente, lo cierto es que está muy cerca de hacerse realidad. A menudo, todos los electrodomésticos y dispositivos electrónicos pasan desapercibidos, pero pueden contener pequeñas cantidades de este metal precioso en sus componentes internos.
En profundidad
Más concretamente, en el interior del microondas (en la fuente de alimentación y el panel de control), existen componentes electrónicos que contienen trazas de oro. Se cree que cada unidad puede tener hasta 45 miligramos de oro, por lo que con 20 microondas en desuso cabe la posibilidad de obtener unos 450 miligramos de oro de 22 quilates.
O al menos esa es una de las conclusiones que ha sacado un grupo de científicos de la ETH Zurich, que ha desarrollado un sistema para recuperar tanto a corto como a largo plazo el oro que contiene de forma barata y ecológica. Para sorpresa de todos, ha demostrado ser muy eficaz.
Más detalles
¿Y cuál es el motivo por el que se encuentra oro en este lugar? Pues bien, lejos de parecer casualidad, hay que destacar que se trata de un excelente conductor eléctrico y altamente resistente a la corrosión. De ahí que se use en contactos y circuitos delicados.
Aunque hasta la fecha extraerlo era contaminante, poco rentable y caro, la situación parece haber cambiado. El colectivo encabezado por el profesor Raffaele Mezzenga (ETH Zurich), ha elaborado una técnica basada en una esponja formada con proteínas del suero de leche, un subproducto de la industria del queso.
A tener en cuenta
Al parecer, esta esponja tiene una cercanía espectacular con los iones de oro. Tras sumergirse en una solución ácida donde se han disuelto los componentes del microondas, atrapa el oro de forma selectiva. Más tarde, con el calor, se transforma en pequeñas pepitas.
Lo mejor es que el procedimiento es tan sencillo como eficiente, pudiendo extraerse oro de alta pureza y reutilizando 2 tipos de residuos al mismo tiempo: electrónicos y alimentarios. Este avance puede dar lugar a un nuevo modelo para el futuro de reciclaje industrial que genere empleo y minimice la necesidad de minería tradicional.
"Lo que me gusta es que estamos utilizando un subproducto de la industria alimentaria para obtener residuos electrónicos. En un sentido muy real, el método transforma unos dos tipos de desechos en oro. No puede ser más sostenible que eso", ha declarado el experto. Y no es para menos.