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Qué significa que una persona no sienta culpa por lo que gasta, según la psicología

Girl Math. Fuente: Canva.

"Girl Math". Probablemente sea una expresión desconocida para muchas personas. Ahora bien, se trata de una tendencia que se ha viralizado en redes sociales, especialmente en TikTok, donde se emplean varios razonamientos humorísticos -a menudo ilógicos- para justificar gastos, sobre todo compras.

O lo que es lo mismo, se trata de una forma de autoengaño que nació el pasado mes de julio en un podcast titulado "Fletch, Vaughan & Hayley" para sentirse menos culpable por gastar dinero, donde se aplican cálculos creativos que no se ajustan a la realidad.

Un fenómeno viral

Para entender la magnitud de este fenómeno en la actualidad, hemos contactado con Lara Ferreiro, psicóloga y autora del libro: "¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta". A su juicio, ha ganado cierta popularidad porque hay una identidad generacional.

"Las mujeres jóvenes, de la generación Z y de la Y, se identifican con contenidos que mezclan humor e introspección. De igual forma, es un escape emocional. Es decir, el humor actúa como una gran válvula de escape ante la ansiedad que genera la presión financiera en la vida adulta", ha relatado la experta.

También, la rebeldía cultural es una respuesta a siglos de imposiciones ("no te gastes x dinero..."). Por si fuera poco, se trata de una autoafirmación femenina, esto es, refuerza el derecho de gastar uno mismo sin remordimientos como una forma de autocuidado.

Por desgracia, estamos en una sociedad consumista donde se cree que si se compra esa cosa, la persona en cuestión se va a sentir mejor o más guapa. Esto hace que nunca sea suficiente. Pero no solo eso: se vive en un planeta con la gratificación instantánea, donde la actual cultura favorece el aquí y el ahora, incluso en las decisiones de gasto.

Y, por supuesto, la presión social siempre ha jugado un papel muy importante. "Las influencers y los creadores de contenido fomentan estos modelos aspiracionales de 'efecto por imitación'. Entonces, yo también lo compro y eres guay si haces este tipo de vídeos", ha puntualizado la especialista.

'Detrás' del hecho en sí

¿Y qué mecanismos psicológicos están en juego cuando las personas usan este término para justificar ciertos gastos? Pues bien, lo primero que se debe tener en cuenta a día de hoy es la disonancia cognitiva, que es cuando justificas las decisiones que contradicen a tu lógica financiera para aliviar la culpa y el malestar emocional.

También, por supuesto, el refuerzo positivo: la dopamina que generas cuando compras es súper adictiva. De igual manera, buscan sesgos de confirmación de forma constante, información o cálculos que alivien decisiones ya tomadas, ignorando datos objetivos.

Al hilo de lo anterior, se busca la validación social del grupo y se refuerza este comportamiento como normal. Asimismo, hay un consumo emocional. "Lo ven como una economía emocional. Las decisiones de compra se rigen por el estado de ánimo, más que por la lógica financiera", ha declarado Lara Ferreiro.

Por último, niegan todo el impacto negativo de las compras, para evitar sentimientos de culpa. Detrás de ello, hay veces, que se esconden problemas psicológicos de ansiedad, depresión, duelos por parejas no resueltos, sentimientos de abandono por los padres, adicción a las compras...

Triste realidad

Con todo ello, la realidad es que esta tendencia puede ser vista como una forma de autoengaño. Es, en otras palabras, una forma de microempoderamiento, que en numerosas ocasiones tapan heridas emocionales, pero que ni siquiera necesitan muchas veces.

Lo peor, en su opinión, es que no hay sacrificio financiero, sino una reivindicación del placer inmediato, de la dopamina y de la compra. A corto plazo, se puede ver como algo que les alivia, pero lo cierto es que no tiene una función terapéutica ni un respaldo científico.

Aunque pueda parecer sorprendente, "girl math" refuerza estereotipos de género sobre las mujeres y el dinero. "La imagen de una mujer consumista, poco racional...no ayuda. Es una sátira. Puede hacer que refuerce un machismo financiero: el hombre es el proveedor y la mujer se lo gasta en compras y en cosas que no necesita", ha manifestado de manera contundente.

Hay que tener cuidado con esos micromachismos inconscientes de los mensajes porque al final es una contradicción: toda la autonomía de que ellas gastan el dinero en lo que quieren, pero por otro lado muchas veces lo hacen de forma ilógica. "Puede reforzar el patriarcado", ha reiterado la experta.

Y es que lo que empieza como una broma se puede convertir en una falta de educación financiera. "Es muy importante que nos ayuden y nos eduquen a nivel financiero", ha hecho hincapié. Según ella, hay una brecha entre el consumo y la cultura de cómo va a estar bien el dinero.

A tener en cuenta

En definitiva, esta tendencia fomenta el autoengaño financiero, normaliza compras compulsivas, refuerza estereotipos de género -que las mujeres no saben gastar dinero-, idealiza problemas serios como la adicción a las compras, puede haber un serio riesgo de endeudamiento real, invisibiliza la necesidad de educación financiera...

Pero no todo va a ser negativo. De acuerdo a la información proporcionada por Lara Ferreiro, las cosas positivas de las "Girl Math" son que fomenta el humor como recurso de gestión emocional, ayuda a aliviar la ansiedad financiera de los jóvenes que no pueden comprarse ni casas, promueve el sentimiento de pertenencia o humaniza la relación con el dinero.

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