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China esquiva las sanciones de EEUU con una IA de contrabando: Xi Jinping recurre al mercado negro de chips de Nvidia

Procesadores H100 de Nvidia. Bloomberg

Las elecciones estadounidenses se acercan y la Administración Biden tiene prisa para dejar atada toda su estrategia arancelaria en el marco de la guerra comercial con China. La Casa Blanca consiguió, mediante amenazas veladas del uso de medidas unilaterales, que Países Bajos accediera a reforzar las restricciones sobre Pekín al acceso de la tecnología de ASML. Sin embargo, Corea del Sur, segundo mayor productor de chips del mundo, no ha sucumbido a los cantos de sirena de EEUU. A este imprevisto, Washington debe sumarle ahora un duro revés a su sistema arancelario sobre Pekín: la gran cantidad de chips de última generación de Nvidia que han entrado en China mediante el contrabando.

La red de sanciones de EEUU y sus aliados destinada a evitar el acceso de China a chips de última generación, ahogando así su desarrollo tecnológico, se está deshilachando. La aguja del contrabando está deshaciendo los hilos tejidos con rapidez y esfuerzo por parte de Occidente, poniendo en evidencia la debilidad de las restricciones impulsadas por la Casa Blanca y sus aliados. Los agujeros en el tejido son tan amplios que han entrado los chips de última generación de Nvidia, los cuales están siendo utilizados por pequeñas empresas para potenciar sus servidores en la nube, que alquilan posteriormente a seis dólares la hora. Se trata de una cifra inferior a los diez dólares que cobran las compañías homólogas estadounidenses.

El abaratamiento de este servicio ofertado por firmas chinas indica la gran disponibilidad en suelo chino de los chips A100 y H100 de última generación fabricados por Nvidia. De hecho, hay pequeñas firmas chinas capaces de alquilar plataformas 'cloud' actualizadas con ocho chips A100 fabricados por la compañía de Jensen Huang. La accesibilidad de estos semiconductores es un duro golpe a Washington, ya que el Departamento de Comercio de EEUU impidió en septiembre de 2022 la venta de ambos chips a China. Ello quiere decir que, teóricamente, Pekín no tenía acceso a ninguno de estos dos chips desde hace dos años.

Venta online de chips prohibidos

Sin embargo, las sanciones de la Casa Blanca no están funcionando como se esperaba. Plataformas chinas de comercio electrónico como Xiaohongshu, Idle Fish y Taobao tienen a la venta ambos chips, los cuales pueden utilizarse para la computación de alto rendimiento. Por ejemplo, pueden emplearse para entrenar grandes modelos de lenguaje (Large Language Models, en inglés), los cuales son redes neuronales operadas con IA que permiten desarrollar chatbots como el ChatGPT de OpenAI. Ello explica por qué Washington quería interrumpir el flujo de este tipo de procesadores al gigante asiático. No obstante, su objetivo no se ha cumplido, ya que se calcula que existen más de 100.000 chips H100 en territorio chino, según cálculos citados por Financial Times.

Así, en un contexto de pugna entre EEUU y China por la hegemonía global en términos tecnológicos y comerciales, la demanda por los chips que permiten avanzar en el desarrollo de la IA ha aumentado considerablemente. Universidades, organismos de investigación y empresas están dispuestas a adquirir los chips más potentes de Nvidia para no perder el ritmo de sus pares occidentales. En este sentido, el precio en reventa del chip A100 puede alcanzar los 22.500 dólares, mientras que el del H100 puede aumentar hasta los 32.400 dólares. Se trata de cifras superiores a los 10.000 y 25.000 dólares a los que Nvidia oferta ambos procesadores normalmente.

El tamaño ideal para ocultarlos en maletas

Habitualmente, Nvidia vende estos chips a compañías que, posteriormente, lo venden a terceros. Estos clientes pueden comercializarlos directamente o utilizarlos para fabricar otros dispositivos. Tal es el caso de Super Micro, compañía que puede emplear ocho procesadores A100 para fabricar un potente servidor, destinado al procesamiento de datos. Posteriormente, estos dispositivos son adquiridos en países cercanos a China como Japón o Singapur por los traficantes, quienes extraen los procesadores de Nvidia. Como el tamaño de estos es similar al de un libro de bolsillo, los contrabandistas pueden ocultar la mercancía fácilmente para evitar los controles de aduanas previos a la entrada a territorio chino.

Este entramado es muy difícil de rastrear ya que Nvidia solo responde por los chips que vende directamente a sus clientes, mientras que éstos carecen de los medios para poder monitorizar el destino final de sus productos. Ello ha generado un mercado negro en el que entran, anualmente, 12.500 chips sancionados por la Casa Blanca, según datos de 'Center for New American Security', think thank estadounidense. Si bien esta cifra puede parecer pequeña, teniendo en cuenta que, en 2023, Nvidia vendió 2,6 millones de chips A100 y H100 en todo el mundo, se trata de un mercado lucrativo y muy difícil de rastrear, lo cual ha animado a mucha gente a participar.

Suministro clandestino y sin grandes envíos

En este sentido, The Wall Street Journal contactó este verano con un proveedor clandestino denominado Hermano Jiang, ubicado en Singapur. Este individuo señaló, en conversaciones con el medio norteamericano, que tiene contactos con distribuidores y compradores de la región del Sudeste Asiático, con los cuales hace negocios para poder proporcionar a los clientes chinos los procesadores que éstos buscan. Según el Hermano Jiang, entre sus compradores se encuentran firmas de IA, organismos de investigación y revendedores de chips, los cuales operan a través de empresas ubicadas en países de la región como Singapur, Malasia, Vietnam y Taiwán.

Además, este misterioso proveedor, que aseguró haber trabajado durante más de una década en la industria de los chips y de la computación en la nube, señaló que su red no realiza grandes envíos para evitar levantar sospechas. Es más eficaz el transporte individual, el cual puede ser ejecutado por personas que, eventualmente, no llamen la atención de las autoridades, como estudiantes que quieran sacarse un dinero extra.

Un negocio más allá de las sanciones

Por otra parte, existe otro factor que apuntala las vigas de este mercado negro. Macao y Hong Kong son dos regiones administrativas especiales de China que, aunque pertenecen al gigante asiático, operan con autonomía en términos políticos y económicos. Así, en ambos territorios los productos tecnológicos habitualmente cuentan con un IVA del 0%, mientras que en China es del 13%. Como no es ilegal entrar en territorio chino con este tipo de artefactos, mucha gente ha probado a hacer negocio, intentando colar, sin declarar, importantes cantidades a través de las fronteras de estas regiones con China.

Ello ha provocado casos sorprendentes, como el de un individuo que en 2021 intentó entrar en suelo chino desde Macao con 256 chips de Intel, valorados en 123.000 dólares, atados con cinta adhesiva a su cuerpo, o como el de una mujer que intentó hacer lo mismo en 2022 y ocultó 202 procesadores y nueve smartphones en una barriga de embarazada postiza.

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