
La guerra comercial entre Estados Unidos y China encuentra en el ámbito tecnológico su principal teatro de operaciones. Ambas potencias llevan años inmersas en una pugna por la dominación de sectores clave como la IA o las tecnologías verdes, los cuales pasan por el desarrollo de los microchips. En este contexto, Washington y Pekín han desplegado una serie de medidas para minar las capacidades de desenvolvimiento de chips del contrario, restringiendo la exportación de materiales clave para su desarrollo. El último movimiento se ha producido esta semana, con la revocación por parte del gobierno neerlandés de una licencia de exportación de potentes máquinas de litografía fabricadas por ASML. Se trata de una medida que se produce después de que Huawei presentara el Mate 60 Pro, el cual posee un chip que, según los cálculos de la Casa Blanca, ninguna empresa china era capaz de fabricar bajo las actuales restricciones.
La compañía neerlandesa ASML anunció este lunes que el gobierno de Países Bajos ha revocado parcialmente "la licencia para el transporte de los sistemas litográficos NXT:2050i y NXT:2100i", lo cual ejerce un impacto "en un número pequeño de clientes en China". Así lo informó la firma en un comunicado en el que indicó, además, que no se espera que esta cancelación del gobierno neerlandés, junto con las últimas restricciones de EEUU a las exportaciones de materiales para fabricar chips, tengan un impacto en la previsión financiera de 2023. No obstante, el mercado parece no haber encajado bien esta noticia, pues ASML sufre caídas en bolsa.
Por otro lado, no es la primera vez que Ámsterdam aplica restricciones a las exportaciones hacia China de materiales necesarios para la fabricación de semiconductores. En junio de 2023, el gobierno neerlandés limitó el envío de estos elementos argumentando razones de seguridad nacional, ya que los microchips pueden tener un uso militar. Aquel movimiento, criticado duramente por China, fue el resultado de las presiones de Estados Unidos, que consiguió que Países Bajos y Japón, dos países clave en la industria de los chips, se sumaran a la red de restricciones a las exportaciones hacia el país asiático de materiales de fabricación de semiconductores.
Sin embargo, el nuevo Mate 60 Pro de Huawei contiene un avanzado chip de 7 nanómetros, un semiconductor que, teóricamente, ninguna firma china era capaz de fabricar debido a las restricciones impuestas por EEUU y sus aliados. Como consecuencia, el Comité de la Cámara de Representantes de EEUU señaló en octubre de 2023 que las medidas aplicadas no están funcionando, y señaló algunas posibles causas de este fallo de cálculo.
Una de ellas es que China aumentara la compra de este material antes de que las sanciones comenzaran a tener vigencia. En este sentido, las sanciones del gobierno neerlandés empezaron a estar operativas en septiembre de 2023. Pues bien, la Cámara de Representantes de EEUU señaló que, entre enero y agosto de 2023, el país asiático incrementó en un 96,1% las compras de máquinas de origen neerlandés destinadas a la fabricación de chips. Muchas de ellas, por otro lado, producidas por ASML.
Otra hipótesis es que las firmas chinas hayan empleado tecnología destinada a la fabricación de chips de anteriores generaciones para elaborar avanzados microchips. Se trata de una sospecha que concierne a ASML, ya que esta firma es la única en el mundo que produce máquinas de Litografía Ultravioleta Extrema (EUV, en inglés), capaces de fabricar chips de 7 nanómetros. SMIC, firma china que fabrica chips para Huawei, bien podría haber utilizado estas máquinas antes de que empezaran las sanciones del gobierno neerlandés, sin embargo, es más probable que empleara máquinas de Litografía Ultravioleta Profunda (DUV, en inglés). Estos sistemas pueden elaborar chips de entre 65 y 300 nanómetros, por lo que su adquisición hubiera levantado menos sospechas.
Eso sí, se trata de una apuesta muy arriesgada, ya que el uso de sistemas DUV para fabricar chips de 7 nanómetros implica un margen de error enorme, lo cual incrementa los costes y reduce notablemente el desempeño de la producción, es decir, el número total de chips operativos por oblea utilizada. Sin embargo, parece que a Huawei y a SMIC les ha salido bien la jugada con el Kirin 9000s, nombre del chip integrado en el Mate 60 Pro y que recibió el criptónimo de 'Charlotte' durante su fabricación.
Así las cosas, Países Bajos, siguiendo la línea marcada por Estados Unidos, quiere asegurarse de que China no se hace con tecnología fabricada en suelo neerlandés para elaborar chips avanzados. Ello incrementaría la competitividad de Pekín en plena carrera tecnológica con Washington, una pugna enmarcada, a su vez, en la guerra comercial que libran ambas potencias.