
Google acaba de anunciar que va a paralizar las ventas y abandonar el proyecto de Glass, unas gafas de realidad aumentada (RA) orientada a empresas, después de que este proyecto no haya tenido para nada el éxito que se esperaba y presumiblemente a favor de poder destinar más fondos y trabajadores a desarrollar Bard, su propia Inteligencia Artificial (IA).
Parece que en los últimos meses no se habla de otra cosa que no sea la IA, y es cierto, pero es que esta tecnología acaba de despegar y cada vez más resultados, experiencias y funciones que permite esta tecnología está llegando a los usuarios.
Es por ello que se ha convertido sin duda en el negocio del presente-futuro cercano, y por ello todas las grandes compañías tecnológicas quieren una parte del pastel. Microsoft, gracias a OpenAI y su ChatGPT, lidera esta carrera, lo que ha hecho que tanto Meta como Google se pongan las pilas.
Fue hace algo de un mes que Google presentó Bard, su IA con habilidades similares a las de ChatGPT pero con la ventaja de que está conectado al propio buscador de la compañía por lo que siempre está actualizado.
Sin embargo, su presentación fue escueta, improvisada y según se pudo saber más adelante, también fue apresurada ya que la IA todavía necesita una serie de correcciones antes de poder lanzarse al público.
Y es por ello, por lo que Google podría haber decidido cerrar su proyecto Google Glass Enterprise Edition 2, donde ya no venderán más estas gafas de RA, aunque sí que seguirán dando soporte a este producto hasta el 15 de septiembre de este año.
La verdad es que las Google Glass nunca llegaron a despegar, ya que el producto lleva fuera desde hace más de diez años y su integración en las empresas ha sido mínima. La idea de estas gafas es que gracias a sus equipadas lentes, los trabajadores pueden ver y acceder a funciones como comprobaciones, seguir instrucciones o incluso tomar fotos.
El problema fue que la tecnología real que ofrecen estas gafas no está a la altura de su precio (1.000 dólares) ni a lo que se puede considerar como útil dentro del espacio de trabajo. Todo esto ha hecho que la compañía anuncie de manera breve y sin dar explicación el cierre de este proyecto, presumiblemente a favor de poder destinar más fondos y empleados a desarrollar su IA, algo que están haciendo cada vez más empresas.