
Elon Musk volvía a encender las redes sociales esta semana al anunciar que finalmente va a comprar Twitter. En la práctica, este cambio de decisión supone que el CEO de Tesla debe desembolsar 44.000 millones de dólares, un dinero que, pese a ser la persona más rica del mundo, no tiene. Tampoco estaba en su poder cuando en abril puso sobre la mesa la oferta para adquirir la plataforma, aunque sí que contaba con el apoyo de prestamistas del peso de Morgan Stanley, Bank of America, Barclays y Mitsubishi UFJ Financial Group. En su momento, estas entidades se comprometieron a proporcionarle 13.000 millones de dólares de financiación. Sin embargo, las cosas han cambiado desde entonces y esta operación ya no les parece tan atractiva. El problema es que salirse les puede salir muy caro: si vendieran ahora esta deuda, sus pérdidas ascenderían a 500 millones de dólares o más.
El plan original de estos bancos era vender 6.500 millones de dólares de préstamos apalancados a los inversores y otros 6.000 millones de dólares de bonos basura garantizados y no garantizados. Sin embargo, la subida de tipos de interés ha hecho que, en apenas medio año, Bank of America, Barclays, Mitsubishi UFJ Financial Group y el resto de entidades bancarias se encuentran en un escenario en el que el mercado no va a aceptar los rendimientos con los que acordaron financiar a Musk en abril.
Solo desprenderse de los bonos no garantizados le costaría a Morgan Stanley y al resto del grupo hasta 400 millones de dólares en pérdidas, según publica Bloomberg. Esto se debe a que este tipo de títulos tiene un tipo de interés máximo de alrededor del 11,75%.
Descartada la venta de bonos y préstamos, a los bancos no les quedaría otra alternativa que la de recurrir a sus reservas -que ascienden a 50.000 millones de dólares- para financiar las operaciones de deuda, lo que tendrá un impacto negativo en sus beneficios y necesidades de capital.
Sin embargo, todo esto son suposiciones y primero habrá que esperar para ver si el fundador de SpaceX compra la red social, algo que ésta pone en duda. Twitter se basa en el testimonio de un banquero involucrado en la financiación de esta deuda, quien aseguró esta semana ante la jueza de Delaware que todavía no habían recibido el aviso de préstamo de Musk.
Aunque la falta de este documento no supone un problema en sí, ya que suele enviarse cuando el proceso de compra está a punto de cerrarse, cabe recordar que la magistrada que lleva el caso Elon Musk-Twitter ha puesto como fecha límite para realizar la transacción el 28 de octubre. De no hacerse, fijará nuevas fechas para el juicio.