Tecnología

Auge y caída de Giphy: de rey de los gifs animados a contenido pasado de moda

  • En 2016, alcanzó una valoración de 600 millones de dólares
  • Meta se hizo con la plataforma en 2021 por 400 millones de dólares
Fotograma de The Office, serie que ha inspirado numerosos gifs. Foto: Archivo

Inventado en 1989, no fue hasta la eclosión de las redes sociales cuando el gif animado (Graphics Interchange Format, por sus siglas en inglés) se convirtió en el recurso por excelencia para añadir contexto o exponer con imágenes lo que las palabras no podían describir. Una década después, las cosas han cambiado. No es solo que hayan pasado de moda, sino que los usuarios más jóvenes los consideran "para boombers" (personas nacidas entre 1946 y 1964) e incluso "cringe" (que podría traducirse como vergonzoso o que da grima).

Así lo asegura Giphy, el que fuera el mayor motor de búsqueda de gifs. La plataforma se aferra a este argumento para convencer a la Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido de que Meta es la única compañía del mundo que la va a comprar. En concreto, la empresa asegura -en una presentación ante dicho organismo- que "existen indicios de una disminución general en el uso de gifs como consecuencia de la caída del interés de los usuarios por estos contenidos".

Un planteamiento que también comparte el escritor Ryan Broderick, quien asegura a The Guardian que estos videos se consideran "anticuados" y, en muchos casos, se asocian a un recurso que utilizaría "tu jefe millennial en Slack". A esto se suma, además, el papel que han jugado las grandes corporaciones, los móviles y las leyes de derechos de autor en el estrangulamiento de los gifs.

La plataforma nació en 2013, al albor de la revolución iniciada por Tumblr, Facebook y Whatsapp. Fundado por Alex Chung y Jace Cooke, el buscador llegó para solucionar el principal problema al que se enfrentaban los amantes de los gifs: encontrar exactamente el adecuado para usar en cualquier situación. La compañía recopiló, etiquetó y clasificó cientos de miles de imágenes animadas, y las puso a disposición de los usuarios. Tal fue la popularidad de este motor que, en tan solo 3 años, alcanzó una valoración de 600 millones de dólares e incluso captó la atención de Facebook.

Sin embargo, el éxito duro poco. Aunque seguía siendo popular, el interés de los usuarios por estos recursos animados se fue reduciendo con los años. Ejemplo de ellos es que, a principios de 2021, la compañía dirigida por Mark Zuckerberg adquirió la plataforma por 200 millones de euros menos de lo que valía en 2016.

Ahí no terminaron los problemas del buscador. Esta operación hizo saltar las alarmas del regulador de la competencia de Reino Unido, el cual inició una investigación para determinar si la compra de Giphy podría implicar una reducción en el suministro de gifs a las redes sociales rivales de Facebook, entre ellas Snapchat, TikTok y Gorjeo. Mientras se desarrollaba la misma, la empresa de Zuckerberg integró Giphy, lo que incumplía la orden impuesta por el organismo. En respuesta, la entidad británica le impuso en octubre de 2021 una multa de 50,5 millones de libras (59,7 millones de euros). Un mes después, la Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido ordenó a Facebook que vendiera el motor de búsqueda de gifs.

Ahora queda por ver si el argumento esgrimido por Giphy consigue convencer a la Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido y permite su compra por parte de Meta.

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