
Nuevo movimiento decisivo en Indra, puntal estratégico del Ejecutivo español en el ámbito de la seguridad y la defensa. La compañía comunicó ayer a la CNMV la luz verde del Gobierno para que Amber Capital, el fondo estadounidense presidido por Joseph Oughourlian y máximo accionista de Prisa, alcance el 9,99% del capital de la compañía tecnológica y roce el 10%. Se trata de un hito más en el inesperado aterrizaje del fondo neoyorquino con el que sigue sumando fuerzas a la causa común de Sepi y la empresa vasca de defensa Sapa.
Ourghourlian ostenta, según los registros de la CNMV, una participación del 4,18% del capital de Indra a través de distintas sociedades de Amber, por lo que la operación supone la compra de un 5,8% del capital por más de 81 millones de euros. Esta operación convierte a Amber Capital, de facto, en el segundo accionista de lndra, sólo por detrás de la Sepi, con un 27%. En concreto, la autorización del Gobierno despeja el camino para la realización de la inversión extranjera conjunta de Amber Capital UK (Reino Unido) y Amber Capital Italia (Italia).
En la información remitida al supervisor de los mercados, Indra reconoce que "en el día de hoy (por ayer), hemos recibido la notificación de que, en la reunión del Consejo de Ministros celebrada el día 13 de septiembre, se aprobó el acuerdo por el que se autoriza la inversión extranjera conjunta de las empresas Amber Capital UK (Reino Unido) y Amber Capital Italia (Italia), en Indra, hasta alcanzar conjuntamente una participación en acciones, u otros instrumentos financieros que tengan acciones de ésta como valor subyacente, representativas del 9,99% de su capital social".
El nuevo núcleo duro formado en Indra -ya con un tercio del capital repartido entre Sepi, Amber Capital y Sapa-, permite anticipar que Marc Murtra ganará funciones ejecutivas en cuanto el asunto forme parte del orden del día del nuevo consejo de administración. Pese a que la compañía no aparenta especial urgencia por formalizar las nuevas atribuciones del ahora presidente no ejecutivo, los últimos movimientos corporativos conducen hacia esa dirección, especialmente una vez cubiertas las vacantes actuales del consejo de gobierno de la tecnológica española.
Seis nuevos perfiles
Por otra parte, Indra cerrará la próxima semana la crisis de gobierno corporativo que sufría desde finales de junio, cuando la última Junta de Accionistas se saldó con la destitución de cinco de los ocho consejeros independientes. La amplia reestructuración del consejo, que reclamó Amber en su discurso a los accionistas del pasado 23 de junio, se hará efectiva el próximo lunes con seis nombramientos: Virginia Arce, socia de Tecnología de PwC; Olga San Jacinto, exdirectiva de Google; Felipe Fernández Atela, expresidente de Deutsche Telekom Iberia; Belén Amatriain, antigua presidenta de TPI Páginas Amarillas cuando pertenecía al grupo Telefónica; Coloma Armero, exsocia del bufete de abogados Uría Menéndez y Axel Arendt , ex consejero de ITP y directivo de Rolls Royce hasta 2021. Precisamente, su elección coincide con el cierre de la adquisición por parte de Bain Capital de ITP Aero, referente mundial de motores aeronáuticos e industriales, a Rolls-Royce por 1.700 millones tras un año de espera.
En este nuevo consejo destaca la nutrida presencia femenina, para así cumplir con las recomendaciones de buen gobierno de la CNMV, con cuatro consejeras, y así "consolidar la recomposición de su gobernanza con el objetivo de maximizar su cumplimiento de las mejores prácticas de Gobierno Corporativo". La consultora internacional Korn Ferry fue la responsable de encontrar media docena de candidatos en los que sorprende el marcado sesgo tecnológico, pese a que el grupo con sede en Alcobendas ha decidido centrar la mayor parte de su estrategia en el ámbito de la defensa.
Giro estratégico
Por mandato del propio Gobierno, a través de su brazo empresarial de Sepi, Indra tiene claro que la seguridad y defensa serán la nuevas prioridades de un grupo obligado a adaptarse sobre la marcha a los convulsos tiempos actuales, con la guerra en Ucrania, la inestabilidad en algunas partes de África, la creciente rivalidad geopolítica y militar con China y el progresivo distanciamiento de EEUU respecto a las necesidades de defensa del Viejo Continente.
Todo lo anterior urge al ejecutivo a diseñar una gran empresa de defensa, en sintonía con sus iguales de otros países vecinos. Murtra comparó la situación de Indra previa al nuevo giro estratégico con la disputa de un "partido de cricket" cuando lo que acontencía era un "partido de rugby". Así, el presidente no ejecutivo de Indra defendió el pasado verano ante los accionistas el nuevo catecismo de su corporación para invitar a "actuar con la máxima responsabilidad para garantizar la defensa de España en este nuevo escenario de inestabilidad, que desgraciadamente nos ha sido impuesto".