Tecnología

De la era Post-PC al Metaverso, la obsesión por hacer desaparecer la tecnología

  • Las nuevas tecnologías buscan eliminar la barrera entre el mundo real y el virtual
  • El mercado ha cambiado mucho, y seguirá cambiando

El 29 de junio de 2007, Steve Jobs anunció la nueva innovación de Apple: el iPhone, un 'smartphone' que eliminaba una pieza considerada imprescindible, el teclado físico.

Gracias a la pantalla táctil, el usuario podía controlar la interfaz sólo con toques y gestos. En perspectiva, aquel fue un paso importante para acabar con una de las barreras que separan el mundo virtual del real. Es curiosa la obsesión de las grandes empresas tecnológicas por eliminar la tecnología de nuestras vidas; por integrarla en nuestro día a día hasta el punto de que se haga transparente, y la usemos sin darnos cuenta.

La propia Apple fue el gran motor que movió a la industria en esa dirección, con el término preferido por Jobs: "la era Post-PC", un mundo en el que no teníamos que estar enganchados al ordenador, porque una tablet y un smartphone iban a ser capaces de cumplir las mismas funciones, de manera más fácil y simple.

Google se sumó a la fiesta con Android, el sistema operativo más usado del mundo y el que ha sido realmente capaz de conectar a todo el mundo a Internet, incluyendo en los países menos desarrollados; y por el camino, creando la mayor base de datos personales de la historia, para ofrecer servicios altamente personalizados para cada usuario.

Hizo falta una pandemia para que, de repente, todo el mundo se diese cuenta de que aún necesitaba un ordenador para muchas cosas, como trabajar a distancia o conectar con sus seres queridos a través de Zoom o Microsoft Teams. Puede que la profecía de Apple no se cumpliese, algo que la propia compañía parece haber admitido con el reciente impulso a sus MacBooks; pero es justo decir que los ordenadores también han evolucionado desde aquellas palabras de Jobs. Windows sigue siendo la referencia, en su multitud de encarnaciones; la última, Windows 11, dando prioridad a las comunicaciones personales con Microsoft Teams integrado de serie. Esa será la base de su apuesta por el metaverso, el nuevo objetivo que se han puesto todas las tecnológicas.

El metaverso, el futuro de Internet

El metaverso pretende ser la unión definitiva entre el mundo real y el virtual, eliminando las barreras que hoy hacen más difícil pasar de uno a otro. Las posibilidades son infinitas; desde asistir a conciertos celebrados en la otra punta del mundo, a trabajar en una oficina virtual como si estuviésemos en la misma sala que el resto de empleados. Aún queda mucho para llegar a eso, pero tecnologías potenciadas en los últimos años, como la realidad virtual y la realidad aumentada, nos dejan más cerca, y ya hay prototipos funcionales.

Y no, el metaverso no es una idea exclusiva de Mark Zuckerberg, aunque su compañía sea la que más ha abrazado este concepto públicamente, llegando a cambiar su nombre; Facebook ahora es Meta, un lavado de cara con el que quiere dejar atrás los escándalos de privacidad que ha protagonizado en la última década (y de paso, la ira de los reguladores). Está por ver si será suficiente para devolver la notoriedad a una plataforma con una base de usuarios cada vez más vieja y desconectada de los jóvenes.

Vamos a pasar de la Internet de las redes sociales a la Internet del metaverso, pero la gran pregunta es si cambiará todo para no cambiar nada. Cuestiones cada vez más importantes para el internauta medio, como la privacidad, el acceso libre a información y el papel del sector cripto con las monedas virtuales y los NFT tendrán que ser respondidas más pronto que tarde; y por el momento, no parece haber consenso, con todas las grandes presumiendo de tener la respuesta que, casualmente, encaja mejor con sus intereses.

De la misma manera que la era Post-PC resultó no ser tan revolucionaria como se imaginaba, el metaverso probablemente no cambiará nuestras vidas, al menos no inicialmente. Seguiremos usando el ordenador para responder a esa lista interminable de correos electrónicos del trabajo. Seguiremos recibiendo enlaces de dudoso prestigio por el WhatsApp de nuestros padres y abuelos. Y desde luego que seguiremos comprando dispositivos tecnológicos, cada vez más grandes y complejos. Pero eso no significa que nada vaya a cambiar.

En perspectiva, nuestro día a día es muy diferente del que teníamos hace 15 años, principalmente gracias a las nuevas tecnologías, y es indudable que el metaverso, la realidad aumentada y la realidad virtual tienen el potencial para hacer lo mismo en los siguientes.

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