
Los observadores del mercado de las telecomunicaciones que aventuraban el hundimiento de Vodafone España tras suprimir el fútbol de su televisión de pago tienen motivos para reconsiderar sus predicciones. Tras largos meses de travesía del desierto, el operador de telecomunicaciones comienza a dar síntomas de recuperación, tanto en los ingresos –cuya caída interanual se reduce de un trimestre a otro- como en el repunte de la actividad comercial y clientela.
En concreto, la filial española ha logrado elevar sus rendimientos en todos los segmentos comerciales (móviles de contrato, fibra óptica y televisión de pago). En esta última actividad -presumiblemente afectada por la supresión de los partidos de fútbol- Vodafone ha cosechado el mayor crecimiento trimestral de los tres últimos años, con el alta de 56.000 suscriptores entre los pasados meses de octubre a diciembre de 2019. De hecho, el operador ya valoraba que la renuncia al fútbol ya comenzaba a generar sus frutos después del pasado verano.
Los ingresos por servicios de Vodafone España -de 966,4 millones de euros en los últimos tres meses-, arrojan una caída interanual del 6,5%, si bien el dato ofrece una mejora respecto al anterior trimestre (-8%). Por su parte, los ingresos totales alcanzaron los 1.078 millones de euros, un 7% menos que en el tercer trimestre del año anterior.
Entre los signos esperanzadores del operador sobresale el impulso del negocio de grandes empresas y administración pública, con incremento de los ingresos del 6,9% respecto al mismo periodo de 2019.
Fuentes del operador justifican su optimismo trimestral con cinco argumentos a su favor: "el lanzamiento de tarifas de datos ilimitados, el despliegue pionero y la inclusión de 5G en todas sus tarifas, la apuesta por ofrecer el mayor catálogo de cine y series del mundo y el impulso de la marca Lowi" para competir en el bajo precio.