Apple presentó hace diez días el MacBook Pro de 16 pulgadas, su portátil con mayor pantalla y rendimiento hasta la fecha. Sin embargo, más allá de la demostración de músculo del nuevo dispositivo, el punto clave está en su planteamiento: contentar al usuario más exigente, al profesional, en todos los aspectos para ser el MacBook definitivo. Por ello, el MacBook Pro viene además con otras mejoras entre las que se incluyen calidad de sonido, autonomía y, sobre todo, teclado.
Este MacBook es el primero que deja de lado el mecanismo de mariposa para recuperar el antiguo sistema de tijera. El cambio se debe a que muchos clientes se venían quejando de fallos de funcionamiento al pulsar determinadas teclas que impedían una experiencia normal de tecleo en un ordenador premium. Por ello, Apple ha decidido adaptar el antiguo sistema al nuevo equipo para volver a tener la experiencia que sus usuarios reclamaban.
El nuevo teclado está inspirado en el Magic Keyboard de los iMac y amplía el desplazamiento de la tecla 1.0 mm. La experiencia de uso es más receptiva y agradable que en los anteriores MacBook Pro, así como más estable. Aunque tienen el mismo recorrido, las teclas son ligeramente más estrechas ya que el hueco del chasis en el que se ha ubicado el teclado es casi idéntico al del MacBook Pro de 15 pulgadas -que ahora ha desaparecido del catálogo-.
Más allá del rediseño del mecanismo de las teclas, el otro gran cambio que llega ahora en el teclado es la disposición del escape y de las flechas. La primera cuenta ahora con tecla física, dejando así de ser un botón virtual de la touchbar; mientras que las teclas se colocan ahora en una disposición de T invertida, lo que permite tanto que los dedos puedan descansar en los huecos, como que los profesionales que están acostumbrados a este diseño puedan usarlo de forma ágil e intuitiva.
Sin embargo, lo primero que llama la atención del MacBook Pro es su pantalla. No sólo es la pantalla Retina de mayor que monta un MacBook hasta la fecha, sino que también es la que mayor resolución y mayor densidad de píxeles tiene hasta el momento. En concreto, tiene una resolución de 3.072x1.920, una densidad de píxeles que sube hasta los 226 ppp, 500 nits de brillo y una amplia gama cromática (P3). Esto se traduce en una inmersión mayor en el contenido y en una fidelidad de color clave para aquellos que quieren trabajar la imagen desde cualquier lugar con la mayor precisión posible.
Y es que la pantalla, como el equipo en sí, está concebida para los profesionales. Así por ejemplo, permite a los editores de vídeo ajustar la frecuencia de actualización para que coincida con la frecuencia de fotogramas de su contenido, pudiendo tener así una reproducción más suave a la hora de trabajar.
Potencia a raudales
Para desarrollar el equipo Apple ha pensado en programadores, fotógrafos, cineastas, científicos o productores de música, profesiones que pueden poner contra las cuerdas en determinados momentos a determinados portátiles. El planteamiento de la compañía es que si el usuario quiere, su portátil no sea un impedimento para no hacerlo. Tanto es así que el MacBook Pro puede configurarse con hasta 8 TB de memoria SSD, una auténtica salvajada orientada para un nicho minúsculo pero que sirve de ejemplo de que este MacBook va para los muy exigentes.
Monta procesadores hasta Intel Core i7 o i9 de seis u ocho núcleos, que es configurable con Turbo Boost de hasta 5.0GHz que estará orientado a cargas de trabajo multiproceso con una velocidad altísima. Esto se combina con un procesamiento gráfico que devuelve un rendimiento gráfico de hasta 2.1 veces más rápido con respecto a la configuración estándar del MacBook Pro de 15 pulgadas de la generación anterior (que tenía 4 núcleos).
En concreto, Apple explica que los proyectos musicales con cientos de pistas serán más del doble de rápido usándose Logic Pro X, los científicos e investigadores pueden simular sistemas dinámicos en MATLAB hasta 2,1 veces más rápido, así como desarrolladores y fotógrafos notarán un salto en Xcode y Photoshop de hasta 1,8 y 1,7 veces más rápido con respecto a la generación anterior. Lo cierto
La nueva potencia del MacBook no sería nada sin el nuevo sistema disipador de calor que incorpora. Cuenta con nuevos ventiladores con impulsores más grandes y con más aspas, lo que mejora el flujo de aire en un 28%. Asimismo, el conducto de calor es notablemente más grande (un 35% más) por lo que se disipa de forma más efectiva. Que el portátil esté el mayor tiempo posible a menor temperatura permite que necesite menos potencia durante las cargas de trabajo intensivas, optimizando así la autonomía de la batería. Con respecto a esta, Apple promete 11 horas con navegación y reproducción de vídeo, algo más que la generación anterior. En las pruebas que hemos hecho, jugando y editando fotografías y vídeo (al mismo tiempo) hemos rondado las 8 horas de uso.
Altavoces, inmersión total
Aunque todos los focos se han ido al teclado, a la pantalla y al rendimiento, un elemento absolutamente diferenciador del MacBook Pro son sus altavoces. Estamos sin duda ante uno de los portátiles que mejor suenan del mercado y con mejor sensación de inmersión en el contenido. Ver una película, una serie o jugar en él devuelve una experiencia nunca antes vista en un portátil de la compañía. Es de esas experiencias que es mejor probarlas que contarlas, sorprende por lo bien que funciona.
Para hacerlo monta a los lados del teclado seis altavoces y cuyos woofers tienen la capacidad para cancelar la fuerza de los demás altavoces cuando éstos emiten sonido, de este modo se reduce la distorsión y las vibraciones para dar un sonido más claro y profundo.
Más allá del sonido que emite, también ha mejorado el sonido que escucha. Por primera vez cuenta con un conjunto de tres micrófonos que devuelven la grabación de una calidad de sonido de estudio con la idea de que se pueda grabar un podcast o una canción sin necesidad de disponer de un equipo externo. Ideal para hacerlo en una habitación de hotel.
Conclusión: una auténtica bestia
En suma, Apple ha conseguido con el MacBook Pro construir un portátil que está a la altura de los usuarios más exigentes y que se puede convertir en la máquina definitiva de todos aquellos profesionales que estaban postergando su decisión de compra porque los MacBook que había en el mercado no terminaban de convencerle.
Pese a que su precio es alto, parte de los 2.699 euros y, configurado al máximo supera los 7.100, se trata de un equipo que estará a la altura de las altas exigencias. Como sucede tanto con su iPhone Pro y su Mac Pro, el equipo está pensado para los usuarios que buscan el rendimiento más alto, y el MacBook Pro de 16 pulgadas cumple con lo que promete.
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