
El pasado mayo llegó a España Realme, una escisión de Oppo que ahora actúa como firma independiente y viene dispuesta a ser el nuevo dolor de cabeza de Xiaomi. La marca lanzó entonces el Realme 3 Pro pero no será hasta este 15 de octubre cuando llegará su lanzamiento oficial en Europa, con una apuesta mucho más ambiciosa, nuevos teléfonos y con España como base de operaciones continental.
El smartphone estrella que la compañía lanzará en su desembarco europeo el X2 Pro, un gama alta a precio contenido. Sin embargo, a su buque insignia le acompañarán el Realme X2 y el Realme 5 Pro, una forma de conformar un catálogo variado y equilibrado con una idea clara: atacar la gama media desde todos los lugares.
El Realme 5 Pro será su opción más asequible. Tendrá un precio que rondará los 200 euros que combina con algunas características propias de dispositivos de una categoría mayor como una cuádruple cámara, un sistema de carga ultrarrápida y hasta 8 GB de RAM de potencia.
A nivel de potencia el Realme 5 Pro monta el Snapdragon 712 de Qualcomm, un chip concebido para la bautizada alta gama media. Por ubicarnos, es el mismo que monta el Xiaomi Mi 9 SE que se encuentra a la venta por 349 euros. Toda una declaración de intenciones de la joven empresa contra la ya asentada en el mercado español.
Este chip se combina además con hasta 8 GB de RAM, lo que garantiza potencia de sobra para las tareas diarias pero también para jugar, ejecutar varias aplicaciones en multitarea y una buena gestión de imágenes. Su uso es fluido y nos podremos mover entre aplicaciones con soltura, pudiendo pasar de una actividad a otra sin cuelgues o lagueo de ningún tipo. Tanto es así que cuenta con un sistema de refrigeración y dos potenciadores para dar estabilidad al teléfono durante las partidas.
Más allá de la potencia, uno de sus principales puntos a favor está en la batería. No porque cuente con una de 4.035 mAh que hace que tenga una autonomía de casi un par de días con un uso alto, sino porque incorpora un sistema de recarga propio de gama alta. Dispone del sistema de carga ultrarrápida VOOC 3.0 que hemos visto en Oppo Reno y que permite tener el móvil al 50% en apenas media hora.
Aunque usa Android, está basado en la capa de personalización de Oppo, Color OS. Un software con ciertos atajos y personalizaciones que es ágil, al que es fácil cogerle el punto, aunque también trae el principal problema del terminal: las aplicaciones preinstaladas. Como pasa en otras marcas chinas, se incluyen aplicaciones propias al tiempo que se fomenta la instalación de otras. Hay que estar atento para no caer en las sugerencias y evitarlo a toda costa.
La cámara, su argumento principal
Sin embargo, más allá de su potencia, el principal argumento del teléfono es su cámara. El Realme 5 Pro busca dar versatilidad al usuario por lo que monta cuatro cámaras traseras que aportan una calidad superior al rango de precio en el que se ubica.
Combina una cámara cámara principal de 48 megapíxeles con un ultra gran angular con un campo de visión de 129 grados, una lente ultra macro y otra de profundidad pensada en reconocer a los usuarios para mejorar el modo retrato.
La cámara principal se desenvuelve con soltura a la hora de captar la luz y detalles. Dispone de un buen rango dinámico y realiza una gestión de las imágenes sin excesivos forzados pero devolviendo tomas vivas y llamativas. Y es que más allá de las capacidades de sus lentes, la aplicación de cámara cuenta con un procesador basado en inteligencia artificial que reconoce lo que se está fotografiando y ofrece al usuario mejorar la imagen en consecuencia.
La posibilidad de contar un ultra angular permite captar paisajes con mayor facilidad y con suficiente luminosidad como para que las tomas nocturnas sean especialmente llamativas. Asimismo, incorpora un modo noche que además de usar más exposición en las tomas, también se combina con su algoritmo para mejorar la escena. Con respecto al modo macro es ideal para fotografiar comida o vegetación, un modo de fotografía que va calando más entre los móviles de gama alta pero que es más difícil de encontrar en los modelos más asequibles.
Con respecto al modo retrato, en la parte trasera contaremos con una lente que identifica mejor al usuario y que trabaja junto al software para adaptar mejor la exposición, temperatura, color y otros ajustes a la toma. El modo retrato también se puede aplicar en la cámara delantera de 16 megapíxeles. Es menos preciso que el trasero pero realmente llamativo. Aunque se pueden aplicar filtros de belleza, su efecto es demasiado artificial y en todas las pruebas he optado por desactivarlo siempre.
Otra de las características destacables de las cámaras está en la grabación de vídeo. Es capaz de grabar en 4K y su sistema de estabilización es electrónico, que no óptico, sin embargo, destaca por la posibilidad de grabar en 960 frames por segundo a una resolución de 720p. Serán sólo unos clips de 10 segundos, pero muy llamativos para compartir en redes sociales.
Diseño
Más allá de su interior, en Realme también han cuidado el exterior del 5 Pro. Cuenta con una terminación en plástico con una llamativa terminación en forma de diamante sobre el que la luz refleja de forma diferente en función de cómo incide sobre la carcasa.
Pese a emplear plástico no tenemos la sensación de tener un dispositivo frágil o 'barato' entre manos, al contrario, se siente bien, robusto y resistente. Tanto que la compañía promete que sobrevive a derrames de líquido accidental aunque no cuenta con certificación IP68. No es para meter en la piscina pero sí se puede usar bajo la lluvia con tranquilidad.
Realme explica que para asegurar esta resistencia a derrames los huecos de carga y del puerto de auriculares del teléfono son resistente a salpicaduras, así como otros agujeros y rendijas como altavoz o micrófono.
En la parte trasera encontramos un lector de huellas dactilares, bastante rápido, aunque mucho más rápido es su sistema de reconocimiento facial con el que en muchas ocasiones no llegaremos siquiera a poner el dedo sobre el lector.
Con respecto a la pantalla encontraremos un panel IPS LCD de 6,3 pulgadas FullHD (2340×1080) que da una sensación de inmersión entre los mejores de su categoría. Aunque sus márgenes laterales son muy reducidos, cuenta con una pequeña barbilla en la parte inferior. Eso sí, el notch en forma de gota es uno de los más pequeños de rango de precios, y queda bien integrado en los marcos generales.
En suma, con el Realme 5 Pro la compañía china se reivindica como la gran alternativa a Xiaomi y muestra sus argumentos con los que le plantará cara. Tiene todos los mimbres para ser uno de los jugadores que más dará que hablar en los próximos meses en el mercado español. Realme abre así la puerta a ir más allá de Xiaomi en la guerra de la calidad y precio en la gama media.