Editorial
- 04/04/2014, 10:00
Las presiones sobre el BCE desde distintas instancias se habían multiplicado en la última semana y comenzaba a cundir la impaciencia. Incluso desde medios anglosajones se empezaba a criticar al gobernador del BCE por hablar, pero no hacer. Sin embargo, Mario Draghi habló y sus palabras -"hay unanimidad en usar medidas no convencionales si la situación lo requiere"- una vez más fueron suficientes para espolear euforia en los mercados. El Ibex rompió resistencias y la próxima meta son los 11.000.