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El mineral que supone el 1% de nuestro peso corporal: imprescindible para mantener una buena memoria y fortalecer los huesos

Fuente: Canva

El segundo mineral más abundante en el organismo y que constituye el 1% del peso corporal total de una persona es el fósforo. Aunque la mayor parte del fósforo se encuentra en los dientes y en los huesos —de hecho, su principal función es contribuir a su formación—, este también está en cada célula del cuerpo, según recoge MedlinePlus.

El fósforo interacciona positivamente con las vitaminas del grupo B y tiene un papel fundamental en la forma en la que el cuerpo usa los carbohidratos y las grasas. Además, también resulta imprescindible para que el cuerpo produzca proteínas para el crecimiento, conservación y reparación de células y tejidos, teniendo una positiva incidencia en la salud del cerebro.

También se trata de un mineral que contribuye al correcto funcionamiento de riñones, así como a la contracción de los músculos, la normalidad en las palpitaciones y los impulsos nerviosos. Los alimentos que mayores concentraciones de fósforo tienen están: la carne, la leche, los panes integrales y los cereales.

Niveles de fósforo

Una deficiencia de fósforo no suele ser algo común, puesto que la cantidad que se obtiene a partir de los alimentos suele ser suficiente. Si bien, aunque los niveles excesivamente altos tampoco son muy frecuentes, al combinarse con el calcio pueden depositarse en los tejidos blandos. Unos niveles muy altos de este mineral solo se da en personas con enfermedades de los riñones.

La ingesta diaria recomendada se encuentra entre los 100 miligramos al día, en el caso de bebés de hasta 6 meses, hasta los 1.250 miligramos al día en mujeres embarazadas y jóvenes de entre 9 y 18 años.

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