
Aunque todavía no ha cerrado su desinversión en China, Grifols ya plantea nuevas operaciones para reducir su endeudamiento. La compañía anunció esta misma semana que trabaja para captar 1.400 millones de euros con la venta de un paquete de acciones de Shanghai RAAS, pero no es la única transacción que tiene sobre la mesa. Después de Asia, estudia otras transacciones.
En un encuentro celebrado tras la junta de accionistas, el vicepresidente de relaciones con inversores, Daniel Segarra, explicó que la organización sigue trabajando en otras operaciones. Preguntado específicamente por la división de Diagnóstico, el dirigente respondió: "Sabemos que tenemos activos que tienen valor en nuestro balance", ejemplificó. "La compañía tiene varias posibles transacciones, pero no tiene por qué ser venta de activos", añadió.
El área de diagnóstico tiene un peso moderado en la cuenta de resultados de Grifols. En 2022 aportó 671,3 millones de ingresos, el 11,7% del total. Un informe de Caixabank valoró la división en hasta 3.900 millones de euros, aunque la empresa parece inclinarse antes por una venta de activos particulares frente a la desinversión total.
Antes tiene que cerrar la transacción de Shanghai RAAS. "Si no decimos que es una venta, es por algo", matizó Nuria Pascual, vicepresidenta de tesorería y riesgos. Aunque no aportó más detalles de cómo se estructurará la operación, la cotizada aspira a captar 1.400 millones. "China sigue siendo una localización estratégica y buscamos la manera de seguir siendo importantes", añadió, sin especificar qué porcentaje de participaciones mantendrán de la organización asiática.
El plan de ajuste de Grifols crece a 450 millones
Pero más allá de las desinversiones, Grifols aspira a recortar su endeudamiento hasta cuatro veces el Ebitda en 2024 de manera orgánica. Hasta el 70% de la rebaja debería llegar con las propias operaciones de la empresa. Y para lograrlo puso en marcha un plan de ajuste que en un primer momento era de 400 millones y ya supera los 450 millones. "No habrá nuevos despidos", sostienen, más allá de los 2.300 ya anunciados y que afectan principalmente a Estados Unidos.
"Se ha elevado la cifra porque se vio que las eficiencias eran mayores de las esperadas. Vimos que la capacidad para reducir el coste del plasma era mayor de la esperada y nos llegaron más propuestas de reducción de costes de las que creíamos", señaló Segarra. Este plan ya supondrá ahorros de 130 millones en 2023 y de 320 millones en 2024.
El plan de ajustes, además de reducir el tamaño de la compañía en términos de recursos humanos, también lo está haciendo en estructura. La farmacéutica explicó en su día que llevará a cabo el cierre de varios centros de donación de plasma. En el último trimestre del año pasado acometió 18 cierres y, según los datos proporcionados, en los primeros cinco meses de este año se han cerrado siete más que, con el saldo de aperturas dejan el balance en -2.
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En una versión inicial de este artículo, se atribuyó a Daniel Segarra el entrecomillado "Sabemos que tenemos activos de la división de diagnóstico que tienen valor en nuestro balance", pero el directivo no mencionó explícitamente la división de diagnóstico.