Salud Bienestar

Un grupo de médicos revela 5 hábitos que utilizan para vivir más (y mejor)

Foto: Dreamstime.

La esperanza de vida ha sido un tema central en el ámbito de la salud por décadas, pero en los últimos años ha emergido un concepto que promete cambiar la forma en que entendemos el bienestar: la duración de la salud. A diferencia de simplemente vivir más tiempo, este enfoque se concentra en la calidad de esos años, es decir, en el periodo de la vida en el que una persona disfruta de buena salud. Esta transición en la perspectiva de la salud abre un abanico de posibilidades para mejorar la calidad de vida.

Un estudio reciente publicado en JAMA Network Open ha analizado la discrepancia entre la duración de la salud y la esperanza de vida en 183 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud. Los resultados son reveladores: los estadounidenses enfrentan una brecha de 12,4 años, lo que indica que, aunque viven más tiempo, no necesariamente disfrutan de un periodo de salud óptimo. En comparación, la brecha mundial se sitúa en 9,6 años, destacando una preocupación particular sobre la salud en Estados Unidos.

La doctora Barbara Bawer, especialista en medicina familiar del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, resalta la importancia de priorizar la calidad de vida. "Nos enfocamos mucho en la esperanza de vida, pero a veces no entendemos que la calidad de vida es igual o más importante", comenta. Esta reflexión invita a un cambio de paradigma en la manera en que abordamos el bienestar personal y colectivo.

La duración de la salud no es un destino predeterminado, como afirma Linda Ercoli, PhD y directora interina del Centro de Longevidad de UCLA. "Realmente creo en trabajar para mejorar la duración de la salud", asegura, subrayando que hay acciones concretas que cada individuo puede tomar para maximizar su bienestar. Este enfoque proactivo puede ser clave para vivir no solo más años, sino años más saludables.

Las estrategias de los expertos

Un grupo de expertos en salud han compartido sus estrategias personales a Fortune Well para mejorar su bienestar y, por extensión, el de sus pacientes. Bawer, por ejemplo, enfatiza la importancia de reducir el estrés. "Me tomo todos mis días de vacaciones", dice, destacando la necesidad de desconectar y relajarse. Además, el perdón y la gratitud son prácticas que ella promueve para mantener un estado mental saludable.

La alimentación también juega un papel fundamental. John Fudyma, profesor de medicina, ha adoptado una dieta rica en plantas, llenando tres cuartas partes de su plato con verduras y frutas. Su enfoque se basa en la evidencia que relaciona estas dietas con un menor riesgo de enfermedades crónicas. Cambiar hábitos alimenticios puede ser un paso significativo hacia una vida más larga y saludable. Kathryn J. Lindley, directora del Centro Cardíaco de la Mujer en la Universidad de Vanderbilt, complementa esta idea al realizar ajustes en las recetas que consume. "A menudo se puede hacer fácilmente una receta más saludable con cambios simples", explica, mostrando que la salud no tiene que ser complicada, sino que puede adaptarse a las preferencias personales.

El ejercicio regular es otro componente esencial para una vida saludable. Bert Mandelbaum, especialista en medicina deportiva, realiza variadas actividades físicas a diario. "Trato de hacer tantas actividades como puedo", dice. Esta diversidad no solo mejora la salud física, sino que también reduce el riesgo de lesiones, un factor crucial en la longevidad y calidad de vida.

El sueño de calidad también es vital para mantener una buena salud. Ercoli se asegura de dormir al menos ocho horas por noche, enfatizando que un buen descanso es fundamental para el sistema inmunológico y la salud del cerebro. "El sueño es muy importante", recalca, lo que subraya la necesidad de cuidar este aspecto a menudo descuidado de nuestras vidas.

Finalmente, la conexión social se revela como un factor clave en la duración de la salud. Scott Kaiser, geriatra, enfatiza la importancia de las relaciones interpersonales. "Cuando se observa la longevidad saludable, quizás el factor más importante es la calidad de nuestras relaciones", afirma. Este recordatorio nos invita a no solo cuidar de nuestra salud física, sino también de nuestras conexiones emocionales y sociales.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky