
El enamoramiento es una de las experiencias que más frecuentes del ser humano. Si bien suele conllevar unos pensamientos y sentimientos diferentes en cada persona, la realidad es que existen algunos comunes en la mayoría, lo que podría ayudar a identificar lo que sentimos por otros individuos. Aunque existen indicadores muy obvios, hay otros que no lo son tanto. A continuación, te contamos cuáles son según los psicólogos.
Uno de los principales signos de enamoramiento es el hecho de no poder dejar de mirar a la persona amada. El psicólogo Marc Hekster explicó a The Indepent que al observar a quien amas, no solo hay una visión de la apariencia, sino que el cerebro imagina también el futuro que podrían tener juntos. "Si alguna vez has visto a una madre mirando a su bebé recién nacido, reconocerás algo de esa mirada constante hacia el objeto de tu amor", afirma el experto.
En estado de enamoramiento correspondido, se tienden a abandonar actividades que se hacían de forma habitual individualmente, ya que se siente una mayor motivación para pasar tiempo con el otro. En sentido, se tiende a tener un mayor interés por las preferencias ajenas, con el fin de fortalecer el vínculo entre ambos. Esto se manifiesta en la realización de nuevas actividades como cursos de idiomas, clases de baile…
Una distorsión de la realidad
Cuando se siente amor por alguien, es frecuente que haya una sensación de que el tiempo pasa muy rápido. La explicación a esta es sencilla y es que cuando se hacen actividades que disfrutamos, la percepción de las horas cambia. "Cuando estás con ellos, te dejas llevar por la corriente y no notas el tictac del reloj cuando pasáis tiempo juntos", advierte la psicóloga Daria Kauss. Esto también sucede con el paso del tiempo y el concepto de los años, conforme envejecemos las experiencias "novedosas" disminuyen y con estas la carga emocional.
Igualmente, en fases iniciales de enamoramiento se da una distorsión de la realidad, algo que no siempre es positivo. En estos casos, se tiende a desarrollar una visión irreal de quién es realmente la persona y aquellos aspectos que antes veíamos de forma negativa en los demás, empiezan a gustarnos. Por esta razón las personas enamoradas no pueden dejar de pensar en la otra, haciendo que se libere oxitocina, la "hormona del amor".
La liberación de esta hormona hace que se tengan sentimientos de satisfacción, calma y seguridad. Además, desactiva una vía neuronal responsable de las emociones negativas, como el miedo, de ahí que haya un sentimiento generalizado de optimismo y bienestar. Igualmente, en estas situaciones se producen altos niveles de dopamina que provoca sensaciones semejantes a las que se experimentan con el consumo de algunas drogas.
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