
A menudo pensamos en la dieta solo como una cuestión de salud física, pero cada vez hay más evidencia de que lo que comemos también influye en nuestra salud mental. Seguir una alimentación muy restrictiva en calorías puede tener un impacto inesperado en nuestro estado de ánimo, afectando cómo nos sentimos día a día.
El estudio
Seguir una dieta baja en calorías está relacionado con un mayor riesgo de sufrir síntomas depresivos, según una investigación del Departamento de Psiquiatría, Universidad de Toronto (Canadá) publicada en la revista de acceso abierto 'BMJ Nutrition Prevention & Health'. Los resultados sugieren que los hombres y las personas con sobrepeso pueden ser especialmente vulnerables a los efectos de una alimentación restrictiva.
Para explorar esto más a fondo, se basaron en 28.525 encuestados adultos (14.329 mujeres y 14.196 hombres) de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de los Estados Unidos, representativa a nivel nacional , para los años 2007-2018, que habían completado el Cuestionario de Salud del Paciente-9 (PHQ-9) para la gravedad de los síntomas depresivos.
En total, 2.508 personas (poco menos del 8%) informaron síntomas depresivos y 7.995 participantes (29%) tenían un peso saludable; 9.470 (33%) tenían sobrepeso y 11.060 (38%) eran obesos. Se preguntó a los participantes si estaban siguiendo alguna dieta en particular, ya sea para perder peso o por otros motivos de salud, y, de ser así, cuál de las 9 opciones de dieta establecidas en los 6 ciclos de NHANES estaban siguiendo.
Los patrones dietéticos se clasificaron en cuatro grupos: (1) restrictivos en calorías; (2) restrictivos en nutrientes (bajos en grasas/colesterol, azúcar, sal, fibra o carbohidratos); (3) patrones dietéticos establecidos (adaptados para la diabetes, por ejemplo); y (4) sin dieta.
La mayoría de los participantes (25.009, 87%) dijeron que no seguían ninguna dieta específica, mientras que 2.026 (8%) seguían una dieta restrictiva en calorías, 859 (3%) una dieta restrictiva en nutrientes y 631 (2%) un patrón dietético establecido.

A tener en cuenta
Las dietas restrictivas en calorías también se asociaron con puntuaciones más altas de síntomas cognitivos-afectivos (medida de la relación entre pensamientos y sentimientos), mientras que las dietas restrictivas en nutrientes se asociaron con puntuaciones más altas de síntomas somáticos (angustia excesiva y ansiedad acerca de los síntomas físicos).
Estas puntuaciones también variaron según el sexo: una dieta restrictiva en nutrientes se asoció con puntuaciones de síntomas cognitivos-afectivos más altas en los hombres que en las mujeres que no hacían dieta, mientras que los tres tipos de dieta se asociaron con puntuaciones de síntomas somáticos más altas en los hombres.
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