Salud Bienestar

Las palabras de un endocrino sobre los problemas de desayunar pan: "Es la peor forma de romper el ayuno"

Comer con pan es algo natural en España y esta costumbre se extiende a los desayunos, donde el 92,6% de la población toma pan para desayunar, según datos de la asociación Pan Cada Día. A esto se le suma que siete de cada diez consumen entre media barra y una rebanada diaria sin importar la hora del día. Aunque es a las primeras horas cuando destaca la típica tostada, ya sea con tomate, jamón, queso, mermelada o simplemente con aceite de calidad.

A pesar de la popularidad de esta primera comida del día, tiene una serie de desventajas que puede afectar a los consumidores que toman el pan para salir del ayuno. El endocrino Francisco Rosero, divulgador nutricional, se ha encargado de comunicarlo así en sus redes sociales

"Es la peor forma de romper el ayuno", arranca sin hacer distinción de que sea pan blanco o de masa madre. Los altos niveles de glucosa en sangre y su escaso valor nutricional, el pan no sería una opción para nada recomendada, especialmente para las personas que tienen problemas metabólicas, como resistencia a la insulina, obesidad, diabetes o hígado graso.

El motivo de esto es que cuando el organismo lleva varias horas sin alimento, como pasa en el ayuno de la noche, está en un punto en el que los niveles de insulina están en su punto más bajo, lo que hace que el cuerpo utilice una mayor reserva de grasa como fuente de energía. Al romper el ayuno con pan, sea de masa madre o no, su valor nutricional es muy pobre y se genera una respuesta a la insulínica elevada.

Según el experto, esto interrumpe el proceso de quema de grasa del cuerpo y, además, hace que se almacene energía en forma de tejido adiposo.

De hecho, especialmente el pan blanco, se metaboliza de una manera muy rápida en glucosa y si esta no se emplea de inmediato se transforman en triglicéridos y se almacena en el hígado.

El endocrino apunta a que ni el pan blanco ni el de masa madre apenas ofrece ventajas para la salud en comparación con el impacto negativo que tiene en glucosa e insulina.

Además de su impacto metabólico, el pan tiene un valor nutricional limitado, especialmente si se trata de pan blanco o procesado. Aunque la masa madre puede ofrecer algunas ventajas por su proceso de fermentación, estas no son suficientes para compensar el impacto negativo en la glucosa e insulina cuando se consume en el momento inadecuado.

El método de congelar el pan

Sumado a esto, el endocrino ha querido explicar algo que últimamente circula en redes sociales: los beneficios de congelar el pan antes de consumirlo. Francisco Rosero cuestiona esta práctica: "Sí, es cierto que el proceso de congelación forma almidón resistente, lo que hace que la glucosa suba un poco menos, pero sigue siendo pan. Y el problema no es solo el pico de azúcar, sino el impacto metabólico de un alimento ultraprocesado y rico en harinas refinadas", apunta.

"Esto sigue siendo carbohidrato, puro carbohidrato que eleva tu insulina y produce inflamación".

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