Salud Bienestar

El pan que mejora toda la digestión y regula la glucosa en sangre

Cuatro panes de masa madre en una bandeja de hornear. Firma: iStock

Cada vez es más común interesarse por la calidad de los alimentos, así como de su proveniencia. También de llevar una dieta saludable siendo conscientes de los alimentos que se ingieren. El pan tampoco se libra y el pan de masa madre se puede ver con más asiduidad en supermercados y panaderías.

La principal diferencia entre el pan común y el de masa madre es el proceso de elaboración y sus ingredientes. El segundo se elabora mediante la fermentación de la masa, con harina y agua, mientras que el pan común usa levadura fresca o seca.

El proceso de fermentación de este pan lleva más tiempo que el de cualquier otro. Se comienza mezclando agua y harina hasta lograr una masa fluida que se deja reposar durante cinco días mientras se retira parte de la masa formada y añadiendo agua y harina de nuevo. Mientras que el pan común utiliza levadura que no necesita días para lograr el fermentado y su proceso es más rápido. Además, suele contener otros componentes artificiales como grasas y conservantes.

Proviene de una fórmula ancestral de antes de Cristo descubierta por los egipcios

En la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, revelan que la preparación de la masa madre tiene que ver con una fórmula ancestral descubierta por accidente en el año 2.000 antes de Cristo por los egipcios. Se cree que su origen surgió de la fermentación de harina y agua que posteriormente fue cocinada hasta convertirse en pan. Con los años, la técnica se mejoró y cruzó fronteras.

Beneficios del pan de masa madre

Hoy en día se sigue elaborando el pan de masa madre, destacando por sus beneficios para el organismo. Entre los que destacan los que buscan bajar peso, nivelar la glucosa en sangre y para los que son intolerantes al gluten.

Es un alimento totalmente natural y orgánico. Media rebanada de este pan contiene unas 160 calorías y 32 gramos de hidratos de carbono, algo que le aporta energía y les da forma a los músculos. Posee fibra vegetal, en este caso en forma de prebióticos, que son microorganismo vivos que contribuyen al crecimiento de las bacterias de la microbiota en el colon y que favorecen la salud intestinal y la digestión.

Media rebanada de pan de masa madre contiene entre dos y cuatro gramos de fibra, que ayuda a generar saciedad durante un largo período de tiempo. A través de este proceso de fermentación que se lleva a cabo, se descomponen los carbohidratos y el gluten.

Es rico en vitaminas del grupo B, que dan al cuerpo energía y actúan como antioxidante, previniendo el envejecimiento de las células y los tejidos, potenciando el sistema inmune y evitando el desarrollo de enfermedades crónicas.

Posee minerales como el potasio, que forma parte de la contracción muscular y ayuda a mantener el ritmo cardíaco constante. El hierro se encarga de transportar y almacenar el oxígeno en el cuerpo, participando en la constitución de los glóbulos rojos.

El calcio fortifica los huesos y los dientes, colabora en la contracción muscular y en la circulación de la sangre. El magnesio regula y equilibra el funcionamiento del sistema nervioso, participando en la formación de proteínas. Y el zinc fortalece el sistema inmune, participa en el crecimiento de las células y cicatriza las heridas.

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