
Es sabido que en Estados Unidos no existe un sistema público de salud ni una cobertura universal de asistencia médica. Por esta razón, los ciudadanos tienen que acceder a sistemas privados de altos costes para estar protegidos. Una realidad médica que se deja ver por la gran cantidad de lesiones que está dejando el pickleball y que está afectando al bolsillo de los estadounidenses.
La fiebre del pickleball es real. La cantidad de entusiastas del pickleball ha crecido astronómicamente en los últimos años, con personas de todas las edades ansiosas por probar la combinación de bádminton, tenis y ping-pong. Entre otros que practican este deporte está Bill Gates.
En este contexto, y según recoge Fortune, más de 36 millones de estadounidenses jugaron el deporte al menos una vez en 2022, y esta semana, UBS estimó que el pickleball seguirá creciendo en un 150% en 2023.
Si bien el deporte ha servido como una importante salida social y de actividad física para las personas mayores, también puede ser contribuyendo a más costes de atención médica relacionados con las lesiones.
Coste de las lesiones
En un análisis publicado esta semana, UBS estima que el coste de las lesiones relacionadas con pickleball en 2023 en Estados Unidos ascenderá a 377 millones, la mayoría debido a la atención ambulatoria. Este fenómeno ocurre cuando las acciones de las compañías de seguros de atención médica han caído, según Bloomberg .
Mediante varios estudios, UBS estima que la cantidad de visitas de atención médica debido al deporte favorito de Bill Gates en lo que va del año tiene un estimado de 67.000 visitas al servicio de urgencias, 366.000 visitas ambulatorias, 8.800 cirugías ambulatorias, 4,700 hospitalizaciones y 20.000 episodios post-agudos.
El análisis también estima que alrededor de un tercio de todos los picklers "principales" (aquellos que juegan al menos ocho veces al año) son adultos mayores, y que los jugadores de pickleball tienden a ser más ricos.