
Bill Gates ha cambiado de una forma u otra sectores como el de la informática personal, el mundo tecnológico o, en los últimos años, apuestas tan profundas como intentar eliminar algunas enfermedades o reinventar la energía nuclear.
Ahora, sin embargo, ha puesto el ojo en algo más trivial pero que puede tocar la sensibilidad de mucha gente: la cerveza.
A principios de este año, Bill Gates, fundador de Microsoft y cuarto hombre más rico del mundo, adquirió una participación de casi 1.000 millones de dólares en Heineken, la tercera cervecera del mundo. ¿Su objetivo? Hacer la forma de producir cerveza más sostenible.
De fondo, su plan es integrarlo con la tecnología de una startup en la que invirtió en 2012 la Fundación Benéfica Bill y Melissa Gates llamada Epic Cleantec, en el marco del reto "Reinventar el inodoro". La idea era estimular el desarrollo de la reutilización y conservación del agua.
¿Cómo casa esto con la cerveza? Intentar que parte del agua reciclada de duchas o del baño se pueda limpiar para fabricar cerveza.
Cerveza hecha con aguas residuales
Once años después, según la CNBC, Epic ha producido una cerveza de prueba, Epic OneWater Brew, elaborada a partir de aguas residuales.
El proceso utilizado podría revolucionar toda la industria de las bebidas, al tiempo que combatiría la creciente escasez de agua en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos, donde se prevé una grave escasez a partir del año que viene debido al cambio climático y a la densidad de población.
Las Naciones Unidas calculan que solo el 2,5% del agua del mundo es agua dulce, con una presión adicional sobre ese recurso a medida que la población se dirige rápidamente hacia los ocho mil millones.
Un estudio de la Universidad Estatal de Colorado publicado en 2019 mostró que la mitad de las 204 cuencas de agua dulce de Estados Unidos podrían no ser capaces de satisfacer la demanda mensual de agua en 2070. Y la presión sobre los suministros va en aumento.
La empresa Epic Cleantec, con sede en San Francisco, se ocupa principalmente de desarrollar sistemas de desperdicio y reutilización de agua.
Su cofundador, Aaron Tartakovsky, declaró a la cadena: "El agua está omnipresente en todas nuestras vidas. Hace crecer los alimentos que comemos, la utilizamos para bañarnos, cocinar y limpiar... y sin embargo sabemos tan poco sobre cómo funciona el agua, cómo llega a nuestros grifos y adónde van a parar las aguas residuales".
"Estamos tratando de amplificar la historia del agua para contarla de una manera diferente, y estamos utilizando el medio de la cerveza para contar esa historia", explicaba.
En un experimento, Epic hizo pasar las aguas residuales de un gran bloque de apartamentos de San Francisco por "membranas de ultrafiltración" 100 veces más finas que el aire humano. Estas membranas filtran las impurezas y el agua limpia se desinfecta con luz ultravioleta.
Tartakovsky declaró a la CNBC que este proceso es comparable a la biología que tiene lugar en el estómago humano.
Y parece que funciona, así que quizá dentro de poco puede que lo vayamos viendo. Eso sí, en la actualidad, las leyes federales y estatales prohíben a Epic y Devil's Canyon vender su cerveza Epic OneWater en California o Europa, y solo han podido repartir muestras a usuarios que han dado su consetimiento.
Puede que aún falte mucho para que se modifique la legislación y se permita su venta, pero el agua reciclada ya está permitida en los bares de Texas y Arizona.