Cuidarse físicamente es importante a cualquier edad pero más aún pasados los 50 años, donde el deporte cobra una vital importancia. Los tiempos han cambiado y cada vez es más común ver a personas de mediana edad practicar running, ciclismo, ir al gimnasio o cualquier deporte como el fútbol, tenis, pádel, baloncesto...
Lo que hay que evitar a estas edades es el sedentarismo y por ello hay tantas opciones para hacer ejercicio. Sobre todos los deportes, hay uno que aporta más ventajas para la salud física y psicológica más allá de los 50 años: la natación.
A través de este deporte se mejora la salud cardiovascular. Con la natación, uno mueve tanto las extremidades superiores como inferiores ayudando a la tonificación muscular y regulando el peso corporal.
Con este ejercicio se disminuye el riesgo de aparición de patologías como la diabetes, el colesterol o el sobrepeso, que pueden aparecer pasado el medio siglo de vida. La natación aumenta la capacidad pulmonar de la persona que lo practica y alivia sus problemas con lesiones, entumecimiento o patologías crónicas como artritis o la osteoporosis.
Beneficios de la natación en la salud mental
No solo aporta beneficios a nivel físico sino también a nivel mental. El agua es algo que se asocia con la relajación y la ingravidez que se experimenta al estar sumergido en el agua provoca una sensación placentera.
Al trabajar los aspectos cardiovascular y pulmonar, se dilatan los vasos sanguíneos del cuerpo y así se inhibe la producción del cortisol, conocida como la hormona del estrés. Además, la natación influye en la hormona de la felicidad, la serotonina, ayudando a aliviar los niveles de ansiedad y la depresión.