
Restaurant Brands International, matriz de Burger King, Popeyes Louisiana Kitchen y Tim Hortons, se anotó un beneficio neto atribuido de 173,5 millones de euros en el primer trimestre del año, un 2,2% más que el mismo periodo del año pasado.
La facturación entre enero y marzo fue de 1.376 millones de euros, según informa la empresa, lo que supone un incremento del 15,2%.
Por segmentos de negocio, las ventas de restaurantes propios crecieron un 20,1%, hasta 577 millones de euros, mientras que los alquileres y comisiones cobrados a los franquiciados crecieron un 12,2%, hasta 583 millones de euros, a la vez que la contribución de las franquicias a la publicidad alcanzó los 215 millones de euros, un 10,7% más.
Las ventas globales de todas las marcas, incluyendo las registradas por las franquicias (que no se incluyen en las cuentas por ser empresas diferentes) alcanzaron los 8.561 millones de euros, un 14,3% más.
El coste de los locales en régimen de explotación directa, crecieron un 23,2%, hasta 468 millones de euros, mientras que el gasto en publicidad fue de 234 millones de euros, un 4,2% más.
Por otro lado, Restaurant Brands International observó un coste de gestión de franquicias y alquileres de 123 millones de euros, un 12% más, al tiempo que los gastos generales y administrativos fueron de 126 millones de euros, un 27,9% más.