Heineken da un paso más en su ambición de ser la cervecera más verde y redobla su apuesta por la sostenibilidad en el proceso de elaboración de la cerveza con proyectos de regeneración y recuperación del agua en Doñana, la Albufera y el Jarama, en Madrid. "Estar en todo el planeta exige cuidar de todo el mundo y esta compañía es consciente de que debe garantizar un impacto positivo en su entorno, del que también forma parte el medio ambiente y, de forma más concreta, el agua", explican en la compañía. Y para todo ello, hay un triple objetivo: lograr ser cero emisiones, maximizar la circularidad y proteger las fuentes de agua.
Una de las acciones más destacadas de la empresa es que se ha comprometido a restituir al río Jarama 500 millones de litros de agua. Es la cantidad equivalente a 2.000 millones de cañas de cerveza, que hará que su fábrica de San Sebastián de los Reyes alcance el balance hídrico neutro este año. Además, esta acción beneficiará el acuífero y la biodiversidad de las lagunas de Belvis del Jarama, un espacio natural protegido incluido en el Catálogo de Humedades de la Comunidad de Madrid.
Un nueva iniciativa en Belvis
Para lograr esta iniciativa, Heineken ha retirado un tramo de 140 metros del muro que impedía la inundación natural de la llanura aluvial de Belvis del Jarama, una construcción artificial levantada a finales del siglo pasado. Será entonces cuando el río convierta esta llanura en un nuevo depósito natural de agua que recargará el acuífero y las reservas subterráneas con, según las estimaciones de un científico de la Universidad Complutense de Madrid, 500 millones de litros de agua cada año.
Las ventajas son infinitas. Se reducirá el riesgo de inundaciones y la calidad del agua será mejor, al pasar por estudios concretos de filtrado. impulsar la biodiversidad con la replantación de especies autóctonas, la instalación de hoteles nido para aves y murciélagos y el desarrollo de acciones de sensibilización.
Actualmente, la compañía elabora marcas como Amstel, Cruzcampo, El Águila y Heineken y para ello utiliza 3,37 litros de agua para elaborar un litro de cerveza. Pero la cervecera no se confirma y pretende seguir reduciendo esta cantidad para hacer que en 2030 se limite a 2,6 litros de agua.
Sus esfuerzos para consumir menos agua se centran en los procesos de limpieza y mantenimiento en fábricas, a los que se dedican 1,8 litros de agua por litro de cerveza (un 31% menos que en 2008). Esta agua ya se trata al 100% para devolverla al entorno con la calidad necesaria.
Devolver el agua
Pero hay una parte del agua, la que contiene la botella y la que se evapora en el proceso de elaboración de (1,5 litros de agua por litro de cerveza), que Heineken no puede dejar de consumir. Por eso ha asumido la responsabilidad de devolver también esta cantidad a su fuente de origen, mediante soluciones basadas en la naturaleza, para que sus cuatro fábricas logren el balance hídrico neutro.
Así surgieron los proyectos Doñana, Albufera y Jarama, tres iniciativas ubicadas en ecosistemas de alto valor ecológico que van a restituir a las cuencas de los ríos Guadalquivir, Júcar y Jarama toda el agua que contienen las cervezas elaboradas por Heineken España.
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