
La continuidad del histórico fabricante textil Marie Claire que parecía despejarse con la compra de su unidad productiva tras su quiebra y varios rescates fallidos vuelve a estar en el aire. El juzgado que tramitó su concurso de acreedores y el traspaso de la factoría de Villafranca del Cid ha embargado cautelarmente todos los bienes y derechos de la firma textil, así como las cuentas bancarias y acciones de la mercantil que la adquirió, For Men, así como del empresario que lideró la oferta.
Una decisión que se produce después de que tras más de dos meses no se haya ejecutado el pago previsto en el acuerdo por el que For Men adquiría la unidad productiva de Marie Claire. El juzgado mercantil de Castellón ha aprobado este auto tras la solicitud realizada por el administrador concursal de Marie Claire, quien ha comunicado al órgano judicial su intención de demandar al comprador de la firma concursada por el impago.
El embargo acordado por el Juzgado de lo Mercantil castellonense abarca todos los bienes y derechos de Marie Claire que fueron enajenados en su momento, como la maquinaria, el stock, las materias primas y las marcas comerciales. También incluye el saldo de todas las cuentas bancarias y las acciones de For Men, así como el saldo de las cuentas del administrador y socio único de esta mercantil.
Después de un año sin actividad, esa compañía española, en alianza con la polaca Koltex, logró el visto bueno judicial para hacerse con los activos del centenario fabricante de empresas y los cerca de 80 trabajadores que aún mantenía. Un proceso que estuvo lleno de incertidumbre debido a los problemas con las garantías a la Administración Pública, como el Fogasa y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el mayor acreedor tras prestar cerca de 24 millones para el anterior rescate de la firma castellonense.
La venta de Marie Claire fue autorizada a For Men por el precio de 250.000 euros y la escritura del contrato de compraventa se elevó a pública el 27 de septiembre. El pago debía ser abonado el 1 de octubre. El administrador concursal ha desvelado que, llegada la fecha acordada, no se pagó cantidad alguna, lo que motivó que el administrador realizase varios intentos infructuosos de localizar al comprador para pedir explicaciones mediante correos electrónicos y burofax.
Cautelares
Ante esta situación, el administrador concursal solicitó auxilio judicial al Juzgado de lo Mercantil de Castellón, que lo concedió mediante un auto el pasado 12 de noviembre, auto que ha sido recurrido por el comprador en reposición. Mientras se tramita este recurso, el administrador concursal pidió al juzgado que adoptase medidas cautelares ante "la falta de pago, la nula liquidez y la falta de colaboración" de la empresa compradora.
En su auto del pasado 9 de diciembre, la jueza ha adoptado esas medidas cautelares para evitar un posible daño irreparable que pudiera ocasionar el retraso en la resolución de la demanda, en caso de que se dictara una sentencia estimatoria respecto las pretensiones del administrador.
La jueza también aprecia un "riesgo de pérdida de valor de la unidad productiva" de la empresa concursada y "de las marcas que lo integran", pues ante la posible falta de liquidez del comprador y no haberse abonado el precio ofertado, "existe el peligro de que se enajene, constituya prenda o hipoteca o sean embargados por terceros los bienes y derechos que integran dicha unidad productiva".
El auto alude a la "actitud de la parte demandada", que está "dilatando, sin justificación alguna del pago de la unidad productiva", tras no atender a los requerimientos del administrador concursal pero sí recurrir la solicitud de auxilio judicial, lo que hace "evidente que dicho actuar está perjudicando a todas las partes de este concurso".
Trabajadores sin cobrar y sin trabajar
El nuevo dueño también ha incumplido los pagos de las últimas nóminas a los trabajadores, alegando problemas de liquidez por la lentitud en las tramitaciones , según han desvelado fuentes sindicales. La empresa, que antes de la pandemia había llegado a emplear a 500 personas, ya había realizado un fuerte recorte de empleo antes de entrar en concurso de acreedores.
Los problemas con los pagos incluso han llevado a paralizar la actividad. La empresa anunció a su plantilla que cerrará desde el 19 de diciembre hasta el 6 de enero, ambos incluidos, por las bajas temperaturas que se registra en las instalaciones la no poder hacer frente al suministro de gas para la calefacción.
Ante esta situación, el nuevo dueño achacó a las "dificultades administrativas y burocráticas derivadas de la compra" los retrasos en algunos pagos ya hace unas semanas y se comprometía a resolver la situación en unos días e insistía en que siempre había obrado de "buena fe".