Barcelona
Los accionistas de Europastry aprovechan los últimos meses en solitario en el capital para multiplicar por cinco sus dividendos. La familia Gallés y el fondo MCHPrivate Equity se reparten un dividendo récord de 50 millones de euros antes de su salida a bolsa. El pago se produjo a pesar de tener la remuneración a los accionistas condicionada a un acuerdo con los acreedores, que condicionó el reparto años anteriores y lo seguirá haciendo en el futuro.
Según figura en el folleto enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la firma catalana saltó de un dividendo de 10 millones en 2021 y 2022 a un pago de 50 millones en 2023. Con ello, la familia Gallés se embolsó 38,15 millones, el fondo MCH obtuvo 10,35 millones y el consejero delegado, Jordi Morral, recibió 3 millones de euros.
En las notas, Europastry admite que tiene restringida la capacidad de repartir dividendos por el préstamo sindicado de más de 1.000 millones firmado en 2021 con BBVA, ING, Rabobank, Banco Santander, Banc Sabadell, Caixabank, Banca March y Bankinter. Sin embargo, los accionistas obtuvieron un permiso especial de los acreedores autorizando el reparto excepcional.
Pero Europastry no renuncia tampoco a afrontar nuevas operaciones corporativas, como las recientes de De Groot Edelgebak o DeWi Back, que podrían llevar al alza de nuevo su pasivo. elEconomista.es se puso en contacto con la empresa, pero no obtuvo comentarios.
Más allá del premio para sus actuales accionistas, la empresa de alimentación también aprobó un desembolso excepcional para Jordi Gallés, su presidente, y Jordi Morral, su consejero delegado, de 4,4 millones de euros por persona. El incentivo, dice la futura cotizada, corresponde a un bono de fidelidad y un pago extraordinario por su contribución a los resultados de 2023.
Y como explicaba este viernes Cinco Días, la cúpula de Europastry -Gallés, Morral y otros 42 altos directivos- podría embolsarse otros 40 millones de euros de consumarse con éxito el debut bursátil y cumplir los objetivos financieros establecidos hasta 2026.
El precedente de Puig
El movimiento de la familia Gallés guarda paralelismos con las decisiones tomadas por la familia Puig antes de la salida a bolsa de la perfumista. La saga catalana aprobó un dividendo récord de 186 millones de euros un mes antes de que su primer ejecutivo, Marc Puig, tocase la campana en la bolsa de Barcelona en primavera.
La cifra fue superior a los 160 millones de euros que se repartieron en 2023 y los 110 millones que se pagaron en 2022. En 2021, todavía con los efectos a flor de piel –en 2020 las pérdidas fueron de 72 millones- no se distribuyó dividendo alguno.
La familia no solamente remuneró a los accionistas, también aprobó un premio extraordinario de "entre 80 millones y 90 millones" vinculado a la salida a bolsa para toda la plantilla. Además, galardonó a Marc Puig, el presidente, con un bono de 9,3 millones de euros y a otros altos directivos, entre los que se incluye todo el comité ejecutivo, con una paga de 7,4 millones a repartir.