
El grupo de restauración español, Comess Group, propietario de marcas como Lizarran, Levaduramadre o Pomodoro, cerró el año pasado con unas ventas superiores a los 142 millones de euros, un 7,6% superiores a las registradas en 2022. Este avance, en el caso de las ventas comparables por unidades operativas, fue del 6,8% en un ejercicio en el que el grupo abrió unos 45 nuevos puntos de venta de sus diferentes enseñas hasta sumar un total de 386 locales a cierre de 2023.
De esta extensa red, la marca más expandida es Levaduramadre, el concepto de panadería artesana con 130 puntos de venta con las que el grupo ingresó 38,8 millones de euros el año pasado, un 30,4% más que el año anterior en términos globales y un 6,6% en comparables. Por su parte, en el resto de marcas de restauración, que suman 256 establecimientos de Pomodoro (118), Lizarran (80), Cantina Mariachi (25), Don G (20), Casa García (12) y Be Zumm (1), el aumento de ventas fue del 1%, hasta superar los 103 millones euros, "aunque en términos comparables, si tenemos en cuenta que se han realizado cierres de unidades, el avance ha sido de casi el 7%", aclara su director general Iñaki de Olazabal.
El directivo, al frente del grupo desde diciembre de 2021 tras la entrada un año antes del fondo GED Capital como socio mayoritario junto a Oquendo y su fundador, Manuel Robledo, reconoce que Lizarran "es la marca que más nos ha sorprendido por su fortaleza gracias a una heterogeneidad que estamos convirtiendo en una oportunidad por su capacidad para adaptarse a cualquier ubicación o momento de consumo".
Objetivos de 2024
Para este año, el directivo avanza el objetivo de 60 nuevas aperturas, 35 de las cuales serán de Levaduramadre, y las demás, de las otras enseñas, aunque con especial protagonismo de Pomodoro, que en 2023 ingresó más de 46,6 millones de euros, y Cantina Maricahi, que vendió por valor 4,3 millones de euros. "Con Cantina tenemos una hoja de ruta interesante tras haberle dado una vuelta a su oferta e imagen con la que hemos conseguido casi duplicar la facturación de los restaurantes existentes. De hecho, las últimas tres aperturas realizadas se han acercado al millón de euros de facturación. Es un modelo que ha despertado el interés de los centros comerciales por una propuesta mexicana de calidad a buen precio y con servicio en mesa que nos sitúa en el segmento casual diferenciado de la ola de taquerías que han surgido", explica el director general de Comess Group.
Por otra parte, la cadena que dio origen al grupo actual, Lizarran, mantiene un peso muy fuerte en el negocio de la compañía con más de 38 millones el año pasado y un crecimiento del 16,4% en ventas comparables. Así, tras poner en marcha un acuerdo de colaboración con Repsol, que pasó inicialmente de 30 a 50 puntos de venta en sus estaciones de servicio, Comess Group puso en marcha hace unas semanas otro proyecto con el que seguir explorando la multicanalidad y polivalencia de Lizarran.
"La buena experiencia vivida con Repsol nos ha dado pie a tratar de entrar con los mejores operadores en diferentes terrenos. Por eso, hemos puesto en marcha una colaboración con Balearia, firma que también está tratando de elevar la calidad de su oferta gastronómica, con un piloto en ocho barcos de sus líneas más transitadas, sobre todo las que se dirigen a las Islas Baleares. Varios de nuestros productos convivirán y competirán con los suyos esta Semana Santa y esperamos crecer con ellos", aclara De Olazabal.
La colaboración entre Comess Group y Repsol surgió del interés de la energética por elevar el nivel gastronómico de sus estaciones de servicio, sobre todo de recetas calientes, explica Iñaki de Olazabal. "Desarrollamos para ellos una categoría de bocadillos, tapas, sándwiches, hamburguesas y perritos calientes. Ofrecer comida rápida, pero de mucha calidad, nos da pie a entrar en eventos como festivales de música, conciertos, espectáculos taurinos o partidos de fútbol, además de seguir explorando el canal travel, donde ya tenemos presencia en aeropuertos o estaciones de tren con Pomodoro y Lizarran, con otras marcas como Levaduramadre, con la que estamos trabajando para ampliar su vertiente de cafetería para integrar su oferta en este canal de restauración en ruta".
En el caso de Don G, una cadena de bocadillos de gran tamaño más conocida en el norte del país y que en 2023 ingresó 10,4 millones, el directivo considera que también tiene su oportunidad en el canal de restauración en ruta, en aeropuertos del entorno del País Vasco, por ejemplo, tras el ejemplo vivido con Lizarran en Repsol y Balearia.