Retail - Consumo

Los Ayuntamientos frenan la instalación de puntos de recarga en los centros comerciales

Plazas reservadas para vehículos eléctricos. Foto: EE

La distribución española apenas ha logrado alcanzar una cuarta parte de los 20.000 puntos de recarga del coche eléctrico que se le exigían ya el 1 de enero de 2023. Entre todas las empresas juntas apenas llegan a 5.300 puntos, muy por debajo de los objetivos marcados. Y, de ellos, la inmesa mayoría —un total de 3.800— son además de Mercadona. La cadena de supermercados valenciana tiene previsto invertir 21 millones e implantar alrededor de 5.000 puntos de carga semirrápida, conviertiéndo así su red en unas de las mayores de carácter privado no solo de España, sino de todo eel sur de Europa.

Ninguna otra compañía llega a las 500 electrolineras. Decathlon es la segunda que más puntos ha abierto, con un total de 400; seguida de Lidl, con 330; y Ahorramás, con 322. Muy por detrás quedan ya Ikea con 250, Carrefour con 120 o El Corte Inglés con 72. El problema de fondo es que el Gobierno adelantó dos años los objetivos previstos en la directiva europea de Eficiencia Energética. Al cierre de este año el objetivo es llegar a 45.000 y solo hay 34.049 y de ellos más de 8.000 no prestan servicio.

Desde Anged, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, denuncian que es prácticamente imposible alcanzar los objetivos previstos porque la burocracia aparejada a la instalación de este tipo de puntos provoca que se demore en algunos casos hasta dos años las licencias municipales necesarias.

Y eso no es todo porque con una inversión de entre 3.000 y 6.000 euros por cada punto de recarga, el despliegue de esta red no sólo requiere de una fuerte inversión de las empresas, sino de una capacidad técnica (empresas instaladoras autorizadas) y una adecuación del resto de normativa (municipal, prevención, seguridad, entre otras) que, según Anged, no se está dando en estos momentos.

Problema en el despliegue

Más allá de la distribución, España tiene un serio problema con el despliegue de las infraestructuras de recarga pública de vehículos eléctricos. Los datos al cierre del tercer trimestre del Barómetro de la Electromovilidad de la patronal Anfac confirman la lentitud en el desarrollo de la electromovilidad con respecto al resto de países europeos con la apertura entre julio y septiembre de tan solo 4.585 puntos de recarga, de los que casi la mitad de ellos están inoperativos.

Pese a todo, el aumento registrado en este periodo es insuficiente para alcanzar el objetivo marcado de 45.000 puntos de recarga de acceso público, necesarios para dar cobertura y para cumplir con el Fit for 55 en 2023 y los 300.000 en 2030.

Hay muchos que están en mal estado, averiados o aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica. En España, el 26% de los puntos instalados no están operativos. Hasta septiembre, hay solo 25.180 puntos de recarga de acceso público instalados para la recarga de vehículos eléctricos que están prestando servicio.

El problema añadido es que tan solo el 17% de los puntos instalados corresponden a potencias superiores a los 22 kW, es decir, 2.696 postes. De hecho, tan solo hay 151 puntos de recarga en España de acceso público de al menos 250 kW. Y el 68% de estos corresponden, además, a proyectos de fabricantes automovilísticos. En medio de una crisis por los costes energéticos y un entorno de gran incertidumbre para el consumo, la distribución se está viendo afectada por cada vez un mayor número de costes regulatorios y fiscales, por lo que desde Anged insisten en la necesidad de una mayor flexibilidad.

Transición verde

"Nuestro sector puede contribuir a la transición hacia una movilidad más sostenible y a incrementar el número de puntos de recarga, pero la norma debe ser proporcionada y racional, buscar incentivos y no aumentar todavía más la crisis de costes que sufren las empresas", aseguraban hace unos meses desde la patronal de empresas como El Corte Inglés, Ikea, Leroy Merlin, MediaMarkt, Carrefour o Eroski, entre otras.

Anged había propuesto a finales del año pasado un plazo transitorio mayor para la obligación de implantación de los puntos de recarga. En concreto, reclamó un plan progresivo para instalar el 20% del total de plazas antes del 1 de enero de 2023, el 50% antes del 1 de enero de 2024, y el 100 % de las estaciones de recarga para el inicio del año 2025. Pero esos porcentajes, aunque no hay datos oficiales del conjunto del sector, tampoco se habrían cumplido, según la información de la que disponen las empresas.

En el caso de la automoción, la patronal se reunió la semana pasada con los ministros de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, y con el titular de la cartera de Industria y Turismo, Jordi Hereu, para demandar ayudas a la electromovilidad.

De hecho, la patronal Anfac mantendrá una reunión esta semana con el Ministerio de Hacienda para transmitir estas demandas. Y es que la penetración de los modelos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables) en las matriculaciones de turismos se sitúa en el 11,6% en el acumulado de los once primeros meses del año. Una cuota ínfima en comparación con el resto de países europeos.

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