La sequía amenaza con otra campaña desastrosa en el olivar español, que según las primeras estimaciones apenas superará las 700.000 toneladas, ligeramente por encima de las 663.000 del ejercicio pasado pero la mitad respecto a la media de los últimos años. Y si la lluvia no llega la advertencia de los agricultores es muy clara. Aunque en el sector son muy pocos los que se atreven a hacer previsiones, cada vez son más voces las que aseguran que el precio del aceite podría llegar incluso hasta los 15 euros por litro este año.
De momento, según un informe de la OCU algunas marcas de aceite de oliva han llegado ya incluso hasta los 12 euros. Y es que el oro líquido se erige como el producto que más se ha encarecido en el año, un 52,5% en el último año, según el IPC de agosto, superando al azúcar, cuyo precio se ha incrementado también un 42,5% y que llevaba meses liderando hasta ahora los avances. El propio ministro de Agricultura, Luis Planas, ha admitido ya que los precios seguirán siendo altos dada la previsión del Gobierno español de que la próxima campaña, aunque "más importante en volumen que la anterior", que finaliza a finales de este mes, no llegará a ser "significativa". "evidentemente, hay una correlación entre el volumen de producción y el precio del aceite de oliva", reconoce el titular de Agricultura.
Renta agraria
El presidente de la organización agraria Asaja, Pedro Barato, explica que el incremento de los precios de los alimentos en general, y el del aceite de oliva, en particular, obedece a una subida de costes generalizada en toda la cadena alimentaria. "No nos engañemos, aquí los costes de producción en toda la cadena de alimentaria son los que están incrementando el valor de los productos y la renta agraria ha bajado casi un 9 %", recalca el presidente de Asaja.
Barato descarta que pueda haber así a corto plazo una bajada de precios y condiciona la evolución de los mismos a que llueva durante las próximas semanas. Y en la misma línea también se pronuncia Juan Luis Ávila, responsable de olivar de COAG Andalucía, y secretario general de COAG Jaén: "hay una caída muy fuerte de la producción y muchas explotaciones no han recogido nada. La situación es dramática y ya no podemos aguantar más", asegura. Ávila deja claro que "las existencias en manos del sector productor son posiblemente las más bajas de la historia" y niega que los agricultores estén especulando con el producto. "Al revés, no se están cubriendo los costes", alerta al tiempo que censura que la administración les haya dejado de lado. "Muchos sectores han tenido ayudas por la sequía, el del aceite de oliva se ha quedado fuera", dice.
Pese a ser el principal productor de aceite de oliva del mundo, España es el país de Europa donde más se encarece este producto. Según los datos del IPCA, correspondientes al mes de julio (los últimos disponibles) de la oficina estadística europea (Eurostat), en nuestro país, subió un 38% en tasa de variación interanual. Ádemás, el siguiente estado donde más se encareció fue Italia, un 30,7%, pese a ser el segundo productor, con una cuota de mercado cercana al 10% frente al 42,5% de la española. A ambos países le sigue Lituania, con un incremento del 29,3% y Hungría, 28,7%, que ya no son productores.
En los otros dos grandes países productores de aceite de oliva del continente, Portugal y Grecia, el precio aceite de oliva se incrementó en julio un 27,8 y un 18% respectivamente respecto al mismo mes del año pasado, por debajo también en ambos casos de España. Donde menos se encareció el producto fueron Dinamarca, un 7,8% y Rumanía, un 7,5%, países no productores. En las dos principales economías del euro, Alemania y Francia, el aceite de oliva subió un 22,8% y un 20,8%. Del Reino Unido no hay datos.
Las dos grandes organizaciones del sector, la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceites de Oliva y Aceites de Orujo (Asoliva) y la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), consideran, sin embargo, que los precios podrían ya estar tocando techo. "En nuestra opinión, no parece lógico que vengan más subidas de coste del aceite en origen, ya que la oferta y la demanda están equilibradas", asegura Rafael Pico, director general de Asoliva.
Aceite disponible
En la misma línea también Primitivo Fernández, director general de Anieac lanza un mensaje de tranquilidad e insiste en que no debería producirse un desabastecimiento del producto en el mercado, dado que el sobrante de aceite es suficiente y se cuenta con una "cantidad de aceite de oliva disponible entre una campaña y la otra de entre 235.000 y 250.000 toneladas que equivale al 35% del aceite producido, equivalente a tres meses de consumo, que garantiza el suministro hasta la nueva cosecha de octubre". La industria, que, en cualquier caso, se ha visto obligada a importar para tener existencias, ha mostrado reiteradamente su preocupación por la percepción cada vez mayor que hay en la sociedad sobre la situación actual del mercado, así como los mensajes que apuntan a los márgenes comerciales como responsables de esta escalada de los precios.
Explican desde estas organizaciones que "quien conoce el mercado sabe que el sector envasador ha reducido sus márgenes significativamente durante este periodo". Envasadores y exportadores recuerdan que los agricultores han visto subir el coste de la mano de obra, los seguros, los fertilizantes y abonos, la maquinaria y el carburante, entre otros, así como que la producción vio disminuida como consecuencias de la falta de precipitaciones.
El encarecimiento ha hecho mella también el aceite de oliva, que en los primeros siete meses del año ha reducido sus ventas a 147,48 millones de litros, lo que supone un 18,22% menos que en 2022. Según los datos más recientes de la patronal Anierac, en estos siete primeros meses del año las ventas de la categoría virgen extra han alcanzado los 63,54 millones de litros, casi un 13,59% menos que el año anterior. Todo depende ahora de las lluvias que puedan llegar en otoño y que la cosecha, por lo tanto, pueda mejorar.