La carrera por hacerse con Deoleo, el grupo aceitero propietario de marcas como Carbonell, Koipe o Bertolli, ha comenzado y sus competidores empiezan a tomar posiciones.
Lazard tiene el mandato para sondear el mercado y preparar la venta de la compañía, que tiene que materializarse antes de 2025, según establece el acuerdo firmado con los acreedores para la reestructuración de la deuda que supuso su entrada en el accionariado. Es una operación que supondría, además, la salida de CVC Capital Partners, el primer accionista.

Aunque todavía no hay fecha para la presentación de las ofertas, fuentes próximas a Deoleo han confirmado el interés por participar en el proceso de Acesur, la empresa propietaria de La Española y Coosur, que tiene un ya un 5% del capital;la cooperativa Dcoop y Borges. En el sector hay expectación por si Migasa, que comercializa marcas como Ybarra o Musa, también se plantea finalmente participar, aunque a día de hoy, oficialmente, la compañía ni ha estudiado ni ha mantenido conversaciones al respecto.
La venta de Deoleo será un proceso complejo debido a la estructura de capital acordada tras la refinanciación de la deuda en 2020. Un año antes, y tras registrar pérdidas de 291 millones de euros, la empresa incurrió en causa de disolución. Con una deuda financiera neta de casi 560 millones de euros, los acreedores se vieron obligados a aprobar un plan de reestructuración que implicó la capitalización de una gran parte del pasivo: 283 millones de euros.
Una estructura muy compleja
Los activos fueron traspasados entonces a una nueva sociedad, Deoleo Global, que participada al 100% por Deoleo Holding. Los propietarios de esta compañía son la antigua Deoleo, en la que CVC tiene un 56,9% del capital y Acesur controla otro 5%, y Deoleo Financial, en la que se agrupan los acreedores, liderados por Alchemy. Tras años muy complicados, y a pesar de las grandes dificultades surgidas por la sequía y el desplome de la producción en España, Deoleo goza actualmente de una situación financiera completamente saneada.
Deoleo obtuvo en 2022 un beneficio neto de 6,2 millones de euros en 2023 —un 90% menos respecto a los 61,3 millones que ganó en 2021— y un ebitda (resultado bruto operativo) de 43 millones, un 11% menos. La empresa ha destacado, no obstante, que ha logrado superar las dificultades actuales gracias "a la resiliencia y fortaleza de sus marcas, así como a la continua apuesta por la calidad, la innovación y la sostenibilidad". La cifra de negocio de la compañía aumentaron un 18% a nivel global, superando los 827 millones, debido también en gran parte a la inflación y la subida de los precios.
El comprador de la empresa podría dar así un paso sin precedentes en la consolidación de un gran gigante aceitero español. Acesur, que tiene ya el 5.07% del capital de Deoleo SA, propietaria del 51% de la compañía donde se integran los activos, parte en teoría con una cierta ventaja y en el mercado se apunta a que tiene un gran interés en la operación. Juan Ramón Guillén, patriarca de la familia y presidente de Acesur, desembarcó en el capital en 2020 tras la reestructuración de la deuda.
En principio lo hizo como una inversión financiera, pero todo indica que hay una oportunidad de crecimiento no la va a desaprovechar. Su historia, de hecho, así lo demuestra. Como cuando en 2002 la familia Guillén cerró la compra Aceites Coosur, con una planta de envasado y refinería en Vilches (Jaén). Se trata de una compañía que tiene además una fuerte presencia internacional, que podría reforzar ahora con las marcas italianas de Deoleo (Bertolli y Carapelli) y que, al igual que ésta última, mantiene una apuesta firme por el aceite de alta calidad y valor añadido.
La presencia de Dcoop
Y muy parecido también es el caso de Dcoop, la mayor cooperativa española, que llegó a tener ya el 9% del capital y que intentó incluso hacerse con su control en plena pelea con CVC, al que acabó traspasando sus títulos.
Dcoop y Deoleo han mantenido en los últimos años una dura competencia no solo en España, sino también en mercados internacionales, como Estados Unidos, pero eso no ha impedido que hicieran negocios juntos. De hecho, Deoleo se acabó quedando Hojiblanca, una de las marcas de Dcoop, así como una planta en Antquera (Málaga), que luego le volvió a vender por siete millones de euros.
Dcoop lidera el merrcado de aceite de oliva en Estados Unidos con la marca Pompeian y una cuota del 23,5%, según datos de Nielsen. La adquisición de Deoleo, que tiene otro 15%, le permitiría dar un impulso a este mercado al sumar marcas como Bertolli o Carapelli, aunque podría tener también algún problemas de competencia. Eso sí, Dcoop, que exporta ya un tercio de todo el aceite andaluz, podría con Deoleo afianzar el liderazgo español en el sector.