El Gobierno de Pedro Sánchez parece haber cambiado de parecer en cuanto a la inclusión de ministros de Podemos en su gabinete, pero con matices. Tras varias semanas de negociaciones infructuosas, el candidato a la investidura parece haber modificado el punto de vista y estaría abierto a incluir miembros de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros para facilitar la formación de un Gobierno, pero no a gobernar en coalición en los términos que exige Pablo Iglesias. Ministros, si no independientes, sí de perfil "técnico", nunca de la dirección política de la formación morada, en un claro veto a que sus líderes ocupen alguno de esos sillones.
Según informaron fuentes del PSOE a este medio a última hora de un jueves con varios cruces de mensajes entre Sánchez e Iglesias, los socialistas ahora estarían dispuestos a un gabinete compuesto por miembros de ambos partidos y plantean "empezar desde cero" en las negociaciones, para "hablar de contenidos", no de coalición o cooperación. "El Presidente está valorando todos los escenarios posibles", señalaron desde Ferraz.
Lo que propone el presidente en funciones es, primero, fijar el acuerdo programático y después acordar los nombres que estarían al frente de los puestos de relevancia en el nuevo Ejecutivo, sin pensar en un Gobierno de coalición como exige Iglesias, pues el distanciamiento ideológico en temas de Estado supone un abismo desde el que Sánchez no quiere precipitarse.
"Valorar todos los escenarios" significa, según Carmen Calvo, "ver cómo van a actuar los grupos y cómo podemos tener este país bloqueado porque nadie quiera entender la madurez en la que estamos. Es obligación del presidente plantearse todos los escenarios", sin entrar a valorar la posible entrada de ministros y recordando que la oferta del PSOE habla de independientes. "Los nombres importan poco", salvo Pedro Sánchez, que recibió el encargo del Rey, todos los demás son "prescindibles", ha dicho en una entrevista este viernes en Cadena Ser en la que ha instado a los equipos negociadores a que se sienten ya este fin de semana.
Horas más tarde, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra y portavoz Isabel Celáa ha ahondado en el mensaje de la necesidad de formar ya un Gobierno buscando primero consenso en torno al programa progresista que propone Sánchez y dejando los nombres para después. "No es cuestión de orgullos".
De cara a las negociaciones previas a la investidura, Celáa ha asegurado que esperan "que se disipen las desconfianzas y pongámonos a trabajar" para que en julio tengamos un Gobierno.
La 'pseudo vuelta de tuerca' de Sánchez sucede tras una nueva conversación entre Sánchez e Iglesias en la tarde del jueves sobre la que los portavoces oficiales de ambas partes aseguraron que no hubo ningún avance.
No basta con perfiles técnicos
La reacción de Iglesias, contraria al veto que esconde el "todos los escenarios", no da esperanzas a grandes avances en la negociación; en Podemos no entienden que se cierre el paso a los perfiles a los que votaron los ciudadanos.
El secretario general de Podemos siempre ha defendido una coalición, dado que Pedro Sánchez no cuenta con mayoría absoluta como para prescindir en su Consejo de Ministros de representantes de Unidas Podemos. Sin embargo, el veto tanto a él como al resto de miembros de la dirección bajo la argumentación de las discrepancias en asuntos de Estado sigue sin parecerle justo, por lo que el perfil "técnico" de los posibles futuros ministros se vuelve la nueva piedra en el camino hacia la investidura.