Fuentes de la dirección de Podemos precisan que el jueves, durante la Ejecutiva de la formación, Pablo Echenique cesará como secretario de Organización. Se mantendrá en la dirección del partido pero ya no será el número 3.
La organización argumenta que este cambio se debe a que Echenique va a recibir nuevas responsabilidades. Concretamente, en el ámbito de la acción de gobierno y funciones institucionales. Para ello se va a crear una comisión de seguimiento de pactos de gobierno a todos los niveles, similar a la que ya tiene Ciudadanos. Echenique será quien encabece esta comisión y se convertirá así en su principal responsabilidad.
Responsabilidades tras la debacle
Esta es la 'excusa' que emplea la formación de Pablo Iglesias para defender un gesto con el que se deja caer el peso de la debacle de las elecciones autonómicas y municipales sobre el que hasta ahora era uno de los hombres fuertes del secretario general de Podemos.
Durante los citados comicios, Podemos perdió casi todas sus plazas fuertes, excepto Cádiz, y aproximadamente el 65% de sus diputados autonómicos. Esto después de que, con las elecciones generales de abril, la fuerza de la formación en el Congreso menguara hasta los 42 escaños, cuando antes eran 71.
Poderes
En cualquier caso, el que en su momento fue llamado el 'Maquiavelo' de la formación morada seguirá teniendo privilegios en los órganos de dirección del partido. De hecho, con sus nuevas responsabilidades, asistirá a la reunión del máximo órgano de dirección de Podemos, el Consejo Ciudadano Estatal, que se celebra el sábado.
La caída de Echenique - que Podemos argumenta como un sencillo cambio de rol y cuyo sustituto todavía no se conoce - viene tras una semana en la que el partido ha vuelto a protagonizar titulares por sus disputas internas. Las principales críticas han provenido desde Andalucía, donde tanto Teresa Rodríguez como 'Kichi', alcalde de Cádiz, han alzado la voz contra el liderazgo de Iglesias y han reclamado un 'quorum' interno para evaluar la situación del partido.
Voces discordantes
Ramón Espinar, ex responsable de la filial madrileña de Podemos, también se ha sumado a estas voces, llegando a reclamar un Vistalegre III a pesar de ser un antiguo aliado de Iglesias.
Sin embargo, fuentes de la dirección nacional del partido se han mostrado pesimistas a este respecto, puesto que Iglesias ha diezmado la organización de perfiles fuertes, al menos en Madrid, y divergentes a la línea que marca el secretario general.
Todo ello mientras Iglesias negocia con el PSOE el apoyo de los diputados de Unidas Podemos a la investidura de Pedro Sánchez. Para ello, el líder de la formación reclama entrar en el Gobierno y que se cumplan algunas de sus reclamaciones económicas. Ante la situación dramática dentro de la formación y las críticas que arrecian contra su figura, esta puede la última tabla de salvación que le queda a Iglesias.
