
La luna de miel duraba demasiado y tenía que acabar. Tras meses de leñazos desde todos lados, el socialista José Félix Tezanos empezó a recibir parabienes cuando, tras el 28-A, se vio que en su último CIS acertaba: el PSOE doblaba en escaños al PP.
El idilio se rompió este jueves cuando en teoría el barómetro volvía a la normalidad -certera metáfora- y se abordaban los pactos postelectorales con encuestas entre el 1 y el 11 de mayo. Un 'quítame allá esos datos' y una disparidad de mirada entre nota de prensa y estudio desglosado sembraban la catástrofe: donde todo el mundo entendía que la opción favorita de los españoles era un pacto PSOE-Podemos sin independentistas, resulta que lo que querían era a Sánchez solo.
Confusión con el 44,1%
La nota decía que el 44,1% de los ciudadanos anhela un Gobierno socialista monocolor y en las tablas del barómetro esa opción tenía un 38,2% en una y un 7,9% en otra. La explicación: en la primera se interrogaba a todo la muestra y en la segunda sólo a los que habían contestado en la anterior que mejor una coalición. Al ponerle a los últimos en la repregunta la opción del Gobierno en solitario se armó la 'marimorena'.
Solventada la confusión tras una jornada de teléfonos ardiendo en el CIS y de alquimia matemática -había que quitar los no sabe / no contesta de la segunda pregunta en la muestra de la primera-, se infería del estudio que la primera opción es Gobierno en solitario, la segunda -más lejos- PSOE y Podemos sin 'rufianes' y la tercera -cerca de la segunda- PSOE y Ciudadanos.
Lío pese a no haber 'cocina'
Otros datos del estudio aumentaron el azoramiento: el porcentaje de votantes de Rivera que quieren pactar con el PSOE -dentro a su vez del porcentaje de los que quieren pactos (58,2%)- es 13 veces mayor (79,9%) al de los electores del partido naranja proclives a entenderse con PP y Vox (6,1%). Estupor causó también que haya más votantes de Casado proclives al pacto PSOE-Ciudadanos que a un pacto a la andaluza.
El remate estuvo en la intención de voto. Pese a prevenirse Tezanos volviendo a renunciar a la 'cocina', la tragedia estaba cantada: dejar al PP cuarto y cayendo con Ciudadanos superándole a lo bestia y Podemos cogiendo aire no podía pasar desapercibido visto lo visto el 26-M.