
Este domingo el PSOE se enfrenta a su particular reválida. Tras el triunfo de los socialistas en las Elecciones Generales del pasado 28 de abril, las encuestas, y las sensaciones en Ferraz, llevan a pensar que los socialistas podrían ganar también los comicios autonómicos del 26 de mayo. Sin embargo, se tratará de una victoria agridulce, puesto que superar, en términos generales, a las formaciones rivales no les asegurará, salvo sorpresa mayúscula, ningún ejecutivo regional si no cierra las correspondientes alianzas con otros partidos políticos, particularmente de la izquierda española.
Solo así se posibilitaría el cambio de signo político en varias regiones que durante los últimos lustros han sido feudo particular del Partido Popular. Este es el caso de Madrid, donde todo parece indicar que el socialista Ángel Gabilondo se alzará ganador. Sin embargo, a pesar de esto y el apoyo personal de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, muy presente en la campaña madrileña, el exministro de Educación solo podrá llegar a presidente de la Comunidad con el apoyo de Más Madrid y de Unidas Podemos- Madrid en Pie.
Fragmentación en la izquierda
Este esquema se dará si la fragmentación en la izquierda no acaba afectando la presencia de las formaciones en la Asamblea, aunque este efecto negativo también existe en el lado de la derecha, dada la irrupción de Vox. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) estima que la formación liderada en Madrid por Rocío Monasterio puede obtener hasta ocho escaños.
La unión de PSOE y Podemos también puede dar pie a un cambio de gobierno en Canarias. Las encuestas auspician a que la suma de ambas formaciones pondría fin a los 26 años que lleva Coalición Canaria al frente de la Presidencia del archipiélago. La imputación de su actual titular, Fernando Clavijo, en el caso Grúas sería una de las causas por las que los nacionalistas podrían perder hasta seis escaños.
Además, aunque Coalición siempre ha gobernado en alianzas, la única que le permitiría mantenerse en el gobierno sería una con el PSOE, pero su candidato a la presidencia, Ángel Víctor Torres, ya ha negado esta posibilidad. Con todo, puede que los dos escaños con los que cuentan los nacionalistas canarios en el Congreso de los Diputados se acaben volviendo fundamentales para que Sánchez pueda mantenerse en Moncloa y obliguen a Torres a cambiar de opinión.
Bastiones 'populares' en peligro
Por otro lado, hay otros bastiones 'populares' que podrían acabar en manos socialistas si se cumplen las previsiones de las encuestas. Este es el caso de La Rioja, una región en la que la que se daría un empate técnico entre izquierda y derecha en escaños, a pesar de preverse la victoria socialista. Algo similar ocurre en la Región de Murcia y en Castilla y León, autonomías donde un cambio de gobierno dependerá de que los socialistas logren eventuales pactos con Ciudadanos.
Sin embargo, ya es conocida la orden del líder naranja, Albert Rivera, de poner un cordón sanitario alrededor de los socialistas. Con todo, hay regiones donde la rebelión es posible: el candidato de Ciudadanos en Castilla y León, Francisco Igea, ya se enfrentó a la dirección del partido cuando se intentó imponer a una tránsfuga del PP, Silvia Clemente, como número 1 en la región. La derrotó en unas primarias que, en un principio, había ganado Clemente, pero solo porque había recibido 81 votos que finalmente resultaron ser falsos y cuyas irregularidades había denunciado Igea.
En Cantabria, los socialistas no esperan lograr más objetivo que reeditar su acuerdo de cogobierno con el Partido Regionalista Cántabro (PRC) de Miguel Ángel Revilla. Por otro lado, no se esperan cambios en los territorios cuyos ejecutivos ya domina el PSOE, aunque para reeditar gobierno requerirá repetir pactos con Unidos Podemos y sus confluencias. Este es el caso de Baleares, Aragón, Asturias y Castilla-La Mancha. En cambio, las encuestas apuntan que en Extremadura, Guillermo Fernández Vara podría llegar a lograr la mayoría absoluta.
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