
Confirmado. Pedro Sánchez ha perdido el respaldo de una parte relevante de los socios que encontró en el camino, en el mes de junio, para sacar adelante la moción de censura que desalojó a Rajoy del Gobierno y que le llevó a él Moncloa. Esto coloca a Sánchez en una posición imposible, máxime, tras el cierre improvisado de la mesa del diálogo, gestado en el Consejo de Ministros de este viernes.
La clave es económica. Y tiene nombre de enmienda a la totalidad de las Cuentas de 2019. Y, con los documentos registrados este viernes en el Congreso de los Diputados, Sánchez solo cuenta con 163 votos a favor (PSOE, UP, PNV, EH Bildu), y 187 en contra de 350 (PP, Cs, ERC, CDC, CC, Foro). Un mapa que tumba los Presupuestos y aboca al presidente a una salida rápida y a través de las urnas.

Tras la crónica de una enmienda a la totalidad anunciada, la de los antiguos convergentes, PDeCAT, registraba este viernes su voto en contra de la tramitación de los Presupuestos. Así, se unía al Partido Popular, Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro y ERC, por cierto, la formación más madrugadora que presentó su enmienda a comienzos de semana. Con este bloque, el formado por la oposición a la derecha de PSOE y el de los soberanistas catalanes -cuyos dirigentes llegan este martes a los juzgados del Tribunal Supremo por el juicio del procés-, Pedro Sánchez llega maltrecho al Parlamento, tanto por la oposición, como por su partido.
Eurodiputados, presidentes autonómicos, alcaldes, un expresidente, Felipe como González, y otro exvicepresidente, como Alfonso Guerra, le propinaban el mayor varapalo interno desde que llegó hace ocho meses al Gobierno, a cuentas de la figura del relator. "Un desgaste innecesario", confiesa alguno de los protagonistas a elEconomista.
Sin cambios a la vista de que este 12 de febrero alguno de los grupos políticos retire sus enmiendas a la totalidad, los Presupuestos de 2019 decaerán de manera fulminante en la votación del miércoles 13.
"Insuficiente" para Cataluña
Para ERC, el Gobierno no ha hecho lo suficiente para despegarse de las posiciones de la derecha y no se dan las condiciones para apoyar el trámite presupuestario. Los republicanos independentistas catalanes quieren que el Ejecutivo presione a la Fiscalía en favor de los políticos presos, quieren que el relator sea internacional, y quieren que se debatan sobre la mesa los temas que ellos consideran mollares, entre ellos, el derecho de autodeterminación.
PDeCAT, por su parte, presentó el viernes un documento en el que recuerda que apoyó la moción de censura del 1 julio, y los frutos obtenidos en pro de diálogo han tenido "un recorrido muy limitado". Argumenta que no es de recibo que los principales líderes "electos" -los políticos presos- de un país como Cataluña, hayan sido detenidos, estén encarcelados y a punto de ser juzgados, con algún que otro en el exilio, y aun en esta precaria situación vuelvan a ser elegidos en unas elecciones atípicas, lo que "sin duda sobrepasa la esfera judicial". Sostiene PDeCAT en la enmienda, que el actual Estatut es el "Estatut del Constitucional".
Desde una perspectiva presupuestaria, PDeCAT razona que el proyecto de ley es "insuficiente" para afrontar los retos sociales y económicos. Si bien "aumenta hasta el 16,8% la inversión presupuestada para Cataluña, pero para cumplir con lo estipulado en la disposición adicional de 3ª del Estatut debería representar el 19,2%, que es el peso del PIB catalán en el PIB español", matizan.
Por último, el PDeCAT remarca que estos presupuestos no contemplan un nuevo sistema de financiación ni políticas de fomento del empleo y protección de desempleo. "Sigue habiendo mucho que hacer, pues el 14% del paro estimado para 2019 es una tasa inadmisible", reproducen. Así mismo, "aumenta la presión fiscal, mientras los recursos a políticas sectoriales, así como las pymes, tienen presupuestos mínimos con incrementos inferiores al IPC", afirman.
A la derecha del PSOE
El principal argumento del Partido Popular contra estos Presupuestos Generales tiene cariz económico. Los populares creen que el Gobierno ha sacrificado su permanencia en Moncloa con el apoyo de los partidos independentistas, poniendo en peligro la economía española. Ni les parecen efectivas sus medidas para generar empleo y procurar el crecimiento, ni les convence su política fiscal, y aun menos que estos tributos vayan a recaudar lo previsto.
Ciudadanos sentencia en su enmienda que los Presupuestos son exactamente lo contrario de lo que necesita España porque las cuentas no cuadran. Además, está por ver que esos apoyos sean suficientes para sacar adelante el proyecto.
Coalición Canaria recalca en su enmienda que este proyecto desprecia a Canarias al vulnerar el REF y el Estatuto de Autonomía. Creen que dejan a cero partidas como las de la pobreza, las infraestructuras educativas, el agua desalada y las obras hidráulicas.
Entre cesiones e incredulidad
Pese al frenazo, las negociaciones del Gobierno continúan in extremis para arrancar el voto de los partidos soberanistas catalanes. Un resultado favorable para el Ejecutivo, con la retirada de las enmiendas a la totalidad de ERC y PDeCAT, arrojaría un resultado de 180 votos a favor de las Cuentas de Sánchez, frente a 170 en contra. Si no fuera así, si solo la retirara PDeCAT, y ERC se obstinara en su posición, 171 votos serían insuficientes para mantener los Presupuestos, frente a 179.
Con adversidades sobrevenidas a tres días del debate, el clima de las conversaciones entre el Gobierno y el Govern se ve salpicado por las concesiones del Ejecutivo (el fin de la supervisión económica, la recuperación del Estatut, la retirada del Abogado del Estado defensor del delito de rebelión, la vaguedad de los indultos, el traslado de los presos) y las previsiones económicas a la baja subrayadas en las últimas semanas, y que van desde el informe del Banco de España, el de la AIRef, el de Funcas, el del BBVA, o el de la Comisión Europea, poniendo el acento en la falta de credibilidad de la recaudación de impuestos prevista por Sánchez.