
No cabe duda de que la izquierda española se atomiza. Las dimisiones de Íñigo Errejón y Gaspar Llamazares de sus cargos en Podemos e Izquierda Unida para crear o impulsar otras formaciones progresistas no son solo coincidentes en el tiempo sino que además tienen el paralelismo de que sus protagonistas se oponen al "corsé" al que les ha querido someter Podemos.
En el caso de Errejón, la despedida tiene que ver con lo ocurrido en las últimas elecciones andaluzas y el progresivo desgaste que está sufriendo la formación morada. Por ello, apuesta por una alianza con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para impulsar la novedosa Más Madrid y disputarle votos, diputados y concejales a Podemos, partido que por lo pronto descarta sumarse a la plataforma ciudadana a pesar de que no cierra la puerta a esta posibilidad.
Algo parecido le ha pasado a un histórico del progresismo español, Gaspar Llamazares, que pasa definitivamente a las filas del partido que fundó con el exjuez Baltasar Garzón, Actúa. No confirma si se mantendrá en la primera línea de la política, aunque todo indica que así será.
Ayer decidió dimitir de sus cargos en Izquierda Unida de Asturias, una federación autónoma de IU. "Si no fuera así, ya estaría fuera. Ellos no van a parar. Están obsesionados con cortar las alas a cualquier experiencia diferente a Unidos Podemos. No hay más que ver lo ocurrido con Errejón, que, en una situación distinta, el origen es el mismo: una concepción cesarista del partido", admite el propio Llamazares en declaraciones a elEconomista.
"Hay una izquierda que ha sido incapaz de reflexionar y valorar autocríticamente lo que ha pasado en los últimos años y en las últimas elecciones generales y andaluzas, que deberían haber provocado un cambio en la línea política y de más apertura de las organizaciones, pero lo que ha ocurrido es lo contrario", lamenta Llamazares.
Llamazares: "Apoyaría los Presupuestos del Gobierno, y no entiendo la actitud de Podemos al respecto"
Sobre la progresiva división en la izquierda, tiene un punto de vista diferente al general. "A la derecha no le ha venido mal atomizarse. Ha sabido rentabilizar y maximizar su pluralidad, no la ha convertido en un anatema, que es lo que está haciendo la izquierda. La derecha compite por el espacio político, pero al mismo tiempo está logrando sinergias y acuerdos de gobierno", como el de Andalucía. "Ese ciclo político va a continuar".
De hecho, Llamazares asegura que él sí "apoyaría los Presupuestos del Gobierno, y no entiendo la actitud de Podemos al respecto. Con los reales decretos ley han votado como si fueran la derecha".