Política

Puigdemont anuncia la proclamación de independencia para esta misma semana

  • Lo hizo incluso antes de que se conocieran las cifras del referéndum
  • Poco después el Govern anunciaba la victoria del 'sí con un 90,9%
  • Las cargas policiales contra los votantes protagonizaron la jornada
Carles Puigdemont, junto a su gabinete, durante su comparecencia. Foto: EFE

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, anunció este domingo que "en los próximos días" trasladará al Parlamento autonómico el resultado del referéndum ilegal de independencia de este 1 de octubre con el propósito de declarar la independencia de acuerdo a la Ley de Transitoriedad, que fue suspendida hace semanas por el Tribunal Constitucional. Para este lunes, el presidente catalán ha convocado a su gabinete a un Consell extraordinario a las 10:30 horas.

Puigdemont hizo estas declaraciones en una comparecencia pasadas las 22:00 horas en la que apareció rodeado de los miembros del Gobierno autonómico de Cataluña. "Nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente", sentenció.

Aunque cuando compareció todavía no se conocían los resultados de un referéndum que transcurrió sin censo y en el que fue posible que una misma persona votara varias veces, Puigdemont se comprometió a poner en marcha el proceso establecido en la Ley de Transitoriedad que el Parlamento catalán aprobó al día siguiente de la convocatoria del referéndum de este domingo. Además, acusó al Ejecutivo de España se escribir "una página vergonzosa en la historia de su relación con Cataluña" al permitir que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actuaran con "violencia y represión" contra los ciudadanos que pretendían ejercer su derecho al voto.

Puigdemont comenzó su intervención con el "agradecimiento más profundo y sincero" a todas las instancias internacionales que le han manifestado su indignación ante la "brutal represión" ejercida por las Fuerzas de Seguridad. A continuación, mencionó a los cerca de 800 heridos que han sido objeto de violación de sus derechos fundamentales, un hecho que "no puede quedar impune".

A los ciudadanos que han salido a la calle a lo largo de toda la jornada para les dio sus "gracias emocionadas" y les garantizó que "en los próximos días" trasladará al Parlamento de Cataluña los resultados "de la expresión de la voluntad de nuestro pueblo para que todo se desarrolle como está previsto en la ley del referéndum", que prevé la proclamación unilateral de la independencia si gana el sí. Puigdemont aseveró que el Estado español siempre ha respondido con "violencia y represión" a las "aspiraciones catalanas", pero hoy "hemos dicho que esto se ha terminado" y a partir de ahora comienza una nueva etapa.

El presidente de la Generalitat hizo una apelación directa a Europa: "Nos hemos ganado el derecho a ser respetados, nos hemos ganado el derecho a decidir nuestro futuro, y la UE no puede seguir mirando hacia otro lado" sin denunciar las violaciones de derechos fundamentales que afecta a los principios fundacionales de la UE, afirmó.

Reclamó igualmente que la UE "actúe con rapidez" porque esta situación de "intransigencia y represión ya no es un problema interno del Estado español, es un asunto europeo que afecta a sus principios fundacionales. Nos hemos ganado el derecho a ser escuchados, respetados y reconocidos", concluyó.

¿Y ahora qué?

Así, tras su declaraciones se abre ahora un proceso de incertidumbre sobre los paso que darán ambas partes del conflictos. Este mismo lunes JxSí y la CUP podrían registrar en la mesa su propuesta para el próximo pleno del Parlament en la que se podría incluir la declaración de la independencia.

En el caso de que se tramite la ley y no se pida una sesión extraordinaria, el miércoles día 4 sería el día en el que arrancaría la sesión parlamentaria plenaria. En ella, JxSí y la CUP podrían forzar la aprobación de la declaración de independencia. Si hubiera bajas en el sí, por ejemplo, del área más conservadora del PDeCat, se podría incluso aprobar por mayoría simple.

Un día o dos más tarde, el 5 o el 6 de octubre, podrían llegar las actuaciones legales por parte del Estado y la Justicia, que pueden ir mucho más allá en caso de que se declare la independencia. Está sobre la mesa que se pueda suspender la autonomía, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Además, se ha especulado mucho con la posibilidad de que Carles Puigdemont declare al independencia el próximo viernes en la Plaza Sant Jaume.

Las cifras del referéndum

Las palabras de Puigdemont se produjeron poco después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendiese la actuación policial y emplazase a todas las fuerzas parlamentarias a abrir un espacio de diálogo en el Congreso y horas antes de que el Govern anunciase que el 'sí' venció en el referéndum sobre la independencia con el 90,09% de votos favorables, y el 7,87% en contra, en base a las 2.262.424 papeletas "no requisadas" que han podido contabilizar.

Lo dijo en rueda de prensa el conseller de la Presidencia, Jordi Turull, pasada la medianoche del domingo y acompañado del vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y del conseller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva. Se habían contado 2.262.424 papeletas no requisadas: el 'sí' ha ganado con 2.020.144 votos (90,09%), seguido del 'no' con 176.566 (7,87%), 45.586 votos en blanco (2,03%) y 20.129 nulos (0,89) y faltan unos 15.000 votos por contar.

En base al censo que anunció la Generalitat de 5.343.358 electores y a los 2.262.424 votos contabilizados, el referéndum de independencia ha registrado una participación a falta de los datos definitivos del 42,34%.

Sin embargo, Turull criticó que los 440 colegios electorales que fueron precintados afectaron a un censo de unas 770.000 personas, por lo que aseguró que, en condiciones normales, la participación podría haber llegado al 55%, según sus previsiones.

Una jornada dramática

Las cargas policiales ante los colegios electorales y el insólito modo de votación marcaron la jornada del 1-O en Cataluña, donde las Fuerzas de Seguridad del Estado asumieron la retirada de las urnas electorales para impedir el referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional.

Los Mossos cifraron en 244 el número de colegios cerrados por mandato judicial hasta las 17:00 horas de ayer, en tanto que Interior informó de que la Policía y la Guardia Civil clausuraron 92 de estos centros y detuvieron a cuatro personas, entre ellos un menor de edad, por resistencia, desobediencia y atentado a agentes de la autoridad.

La intervención de la Policía Nacional y la Guardia Civil se vio rodeada de momentos de tensión con los manifestantes independentistas ante las puertas de varios centros de votación, donde los agentes retiraron por la fuerza a algunas personas.

Según los cómputos de la Generalitat, se contabilizaron 844 personas heridas como consecuencia de la intervención de las fuerzas de seguridad para impedir el referéndum, de las que dos recalaron en estado grave en sendos hospitales de Barcelona.

Uno de ellos fue operado en un ojo por el impacto de una pelota de goma -que no se usaban en Cataluña desde 2014- durante la actuación policial en la escuela Ramon Llull de Barcelona. Por su parte, el Ministerio del Interior indicó que nueve policías y tres guardias civiles también resultaron heridos de carácter leve durante la intervención.

Además, agentes de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil se encaraton en varias ocasiones, durante las intervenciones del instituto armado para cerrar los centros de votación. Seis juzgados de Cataluña han abierto ya diligencias para investigar la actuación de los Mossos por no haber impedido la votación.

Puigdemont denunció el "uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia por parte del Estado español", pero adivirtió de que no se detendrá "el deseo de los catalanes de poder votar pacífica y democráticamente".

Puigdemont votó en Cornellà de Terri (Girona), aunque tenía previsto hacerlo en el pabellón deportivo de Sant Julià de Ramis (Girona), uno de los escenarios más problemáticos de la jornada, por la irrupción de los agentes para requisar las urnas y el material de votación.

Más de un centenar de personas que estaban concentradas en el exterior del pabellón intentó impedir la entrada en el colegio, momento en que los agentes intervenieron y varios de los concentrados cayeron al suelo. Puigdemont llamó a responder a la "represión enloquecida" del Estado con nuevas "colas" ante los centros de votación.

Los 5,3 millones de catalanes llamados a las urnas pudieron votar en cualquier punto electoral, incluso sin sobres y con papeletas imprimidas en casa, pero su votación no quedó registrada informáticamente en las primeras horas, dado que las fuerzas de seguridad bloqueron el sistema establecido.

Esto impidió que el censo universal, implantado por sorpresa 45 minutos antes del comienzo de la votación, no estuviese disponible y que los miembros de las mesas tuviesen que apuntar a mano los nombres de las personas que acudían a votar. De este modo, una misma persona pudo votar varias veces en distintos colegios.

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