
Nada más cerrar los colegios en Cataluña, el presidente Rajoy invitó ayer a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria a participar en una convocatoria urgente en la que se reflexionará y se debatirá sobre el futuro de Cataluña.
Habiendo recibido días atrás el respaldo de Merkel y Macron, Rajoy apeló al marco de la legalidad, la Constitución y la unidad -no sin negar la existencia de un referéndum de autodeterminación-, y manifestó que "nunca cerrará una puerta, aunque siempre lo hará dentro de la ley". Así mismo, anunció su comparecencia en el Congreso de los Diputados para dar cumplida información sobre el día de ayer. De la misma manera, este lunes a las 16:30 horas se reunirá con el líder del PSOE, Pedro Sánchez. También lo hará con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.
Sin preguntas, en declaración institucional, el presidente afirmó que los españoles hemos asistido a una mera escenificación, a una estrategia política más del independentismo. Para el jefe del Ejecutivo, el acto de ayer ha servido para quitar la voz a quienes no piensan como ellos, algo ya que se pudo comprobar los días 6 y 7 del pasado mes de septiembre "clausurando de un plumazo la Constitución y el Estatut".
Los responsables
Tras criticar la utilización de niños, el acoso a jueces, periodistas, políticos y a las Fuerzas de Seguridad del Estado, entre otros, el presidente señaló a los "únicos responsables" del despropósito de ayer, que son los que han promovido la ilegalidad. "No hay más culpables. No los busquen", sustanció Rajoy.
El cauce para debatir sus demandas -indicó para referirse a los dirigentes secesionistas señalados- no puede venir de los que quiebran la legalidad, sino del respeto por la convivencia pacífica y legal. Por eso -continuó- quiero agradecer a la mayoría de los catalanes, que son gente de bien, y que han ignorado la convocatoria.
El Gobierno -remarcó- mantuvo que ese referéndum no se iba a celebrar . "Lo sabían sus promotores. Lo reconocieron y hoy lo han constatado, porque era ilegal, improcedente e imposible", afirmó.
De manera que, justificó el presidente, hemos reaccionado con firmeza, frente a aquellos que pretendían liquidar la Constitución y liquidar una parte de España. Y ello se ha evitado con ley, con la democracia, con los tribunales y con la ayudad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, apuntó.
En su discurso, Rajoy tampoco olvidó la lealtad de la Unión Europea y de la comunidad internacional, así como la de las fuerzas políticas que han respaldado la acción del Gobierno, y con cuyos representantes, Pedro Sánchez, por parte del PSOE, y Albert Rivera, por parte de Ciudadanos, ha mantenido permanente contacto desde el comienzo de la jornada de ayer.
En este clima, Mariano Rajoy defendió haber hecho lo que tenía que hacer cumpliendo su responsabilidad de presidente del Gobierno, y "actuando con la ley y solo con la ley", sostuvo.
El fracaso del 1-O
Transcurrido el día, el presidente concluyó que pese a los resultados que pueda ofrecer el Govern de la Generalitat y la reacción que también pueda haber en la calle, aún estos días, hay motivos para confiar en la democracia y para determinar que el 1 de octubre ha sido un fracaso que, eso sí, ha sembrado más división y ha provocado situaciones indeseables". "Fracaso y daño a la convivencia -resumió- que tenemos que recuperar".
En otro intento por atraer a los interlocutores secesionistas al diálogo y la negociación, el presidente les pidió que rectificasen, aunque "no han querido", destacó. Sin embargo, "esperamos que lo hagan ahora, que no se empecinen en el error y en un camino que no va a ninguna parte, y sobre todo que recuperen el restablecimiento de la normalidad institucional", dijo.