
El Gobierno ultima ya el control de precios a productos sanitarios clave durante la pandemia como mascarillas, guantes o geles para evitar nuevos abusos en las ventas, según han confirmado este viernes el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el de Sanidad, Salvador Illa.
Ambos ministerios perfilan ya la intervención de los precios de venta de mascarillas, guantes o geles hidroalcohólicos, ha inidcado Illa en una rueda de prensa este viernes. Horas antes, Garzón ya había avanzado en declaraciones a TVE que la aprobación llegará "de manera inminente" ante los abusos registrados en las últimas semanas.
El anuncio acerca el que ya realizó el ministro de Sanidad Salvador Illa el pasado día 8 y que en un principio frenó la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, a la espera de un estudio más concluyente sobre la situación de los precios en el sector. Así, se seguirán los pasos dados previamente para el control de precios en sectores como el de las funerarias.
Además, Garzón ha indicado que el Ejecutivo trabaja para permitir el acceso a las mascarillas a toda la ciudadanía. En este sentido, a principios de semana, el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, anunció que se estaba trabajando para abastecer a las farmacias de mascarillas antes de que terminara esta semana aunque finalmente Maroto matizó ayer que el Gobierno proveerá de mascarillas "suficientes" para toda la población a partir de la semana que viene y que podrán ser adquiridas tanto en el canal comercial como en farmacias.
También se ha pronunciado el ministro sobre el nuevo protocolo de recuento de casos de COVID-19 publicado este viernes en el Boletín Oficial del Estado por el que el Gobierno descarta los contagios y muertos sin diagnóstico de laboratorio. Según ha dicho, la "ausencia de metodología única" es global y en el caso de España la decisión se toma para "homogeneizar y que las cifras sean comparables", ante el desfase general con el sistema seguido en Comunidades como Madrid o Cataluña.
Garzón ha pedido "prudencia y paciencia" y ha evitado dar plazos para la desescalada. Sí ha considerado que la relajación de medidas, cuando empiece, nos llevará "hacia una nueva realidad".
Para terminar, el ministro se ha mostrado especialmente duro con la gestión de la crisis sanitaria por parte de la Unión Europea al considerar que "ha actuado tarde, de forma tibia y no colectiva".
Ayer, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, se disculpó con Italia reconociendo la tardanza en la reacción y en el envío de ayuda cuando el virus ya tenía al país en una situación de urgencia y añadió que "pedir perdón solo cuenta si se cambia el comportamiento".