
"La cifra real de fallecidos por coronavirus va a ser muy difícil de conocer", admitía este jueves Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias. El nuevo modo de cálculo que hacía público Cataluña en esa misma jornada, agregando los datos procedentes de las funerarias -que representan, en parte, a los ancianos muertos en las residencias-, suponían una duplicación de los decesos sólo en esta comunidad autónoma, de los 3.855 a los 7.097. Algo similar ocurriría en Madrid agregando las cifras de sus funerarias. La 'rebelión' en la contabilidad de cifras y el caos que supone un baile tan significativo de números ha conducido al Gobierno a una nueva reacción que los expertos juzgan tardía. El protocolo para informar de estos datos epidemiológicos ha quedado modificado esta misma mañana en el BOE, y obliga a que los fallecidos incluidos en el recuento sean respaldados por una prueba confirmada positiva de coronavirus via PCR o test de anticuerpos. La conclusión de esto es que se mantendrá una parte oculta de los afectados reales por la patología de procedencia animal. | EN DIRECTO: Todos los detalles de la evolución del coronavirus
Fernando Simón, 'capitán' científico en la gestión e interpretación de la pandemia en España, reaccionó ayer con cautela ante la duplicación de cifras de muertos divulgada por el presidente de la Generalitat, Quim Torra. En Madrid, según su vicepresidente Ignacio Aguado, podría suceder lo mismo: el número de decesos superaría los 11.000 frente a los casi 6.900 oficiales si se agregan los fallecimientos en residencias y hogares.
"Tenemos que valorar qué significan estos datos que vienen de las funerarias o de las residencias de ancianos, no sabemos si tienen pruebas positivas de coronavirus o no", valoraba Simón en la comparecencia diaria de actualización de datos. El comité técnico apuesta porque la contabilización solo incluya los casos confirmados con pruebas epidemiológicas, ha sido así desde el principio de la crisis, tanto en los contagios como en los muertos. Simón advertía ayer de que solo podrían considerarse los nuevos datos aportados por comunidades autónomas como Cataluña si "cumplen las condiciones que se están estableciendo en otros países". Es decir, que sean respaldados por un diagnóstico positivo de la Covid-19, una prueba realizada en laboratorio, tal y como aconseja la OMS.
Con el fin de evitar el caótico baile de cifras que se le podría venir encima al Gobierno si cada territorio cambia su método de contabilización o elige hacerlo con distintos criterios, el Ministerio de Sanidad ha publicado esta mañana un nuevo protocolo de recuento con el que zanjaría esta controversia. Su publicación se produce un día después de la 'rebelión' numérica en Cataluña, y horas después de una reunión telemática entre el ministro Salvador Illa y los consejeros de Sanidad de las CCAA, en la que la incoherencia de cifras y la falta de cohesión en el método de recabarlas catapultó la tensión.
El Ministerio de Sanidad despliega ahora un método de recuento de contagios y fallecidos por coronavirus con más requisitos y que descarta la suma de casos que no sean confirmados a través de dos tipos de pruebas de laboratorio: PCR o test de anticuerpos. Ningún caso sin un diagnóstico realizado a partir de una de estas dos pruebas será añadido. Este término descartaría así gran parte de las cifras que ofrecen las funerarias y, por tanto, un dato importante de los números reales de contagios y fallecimientos por la Covid-19.
Nueva clasificación para contar asintomáticos
Además, el protocolo pide la clasificación de contagios confirmados entre sintomáticos y asintomáticos -las personas que han contraído el SARS-CoV-2 sin síntomas son los principales vectores de contagio sin control y podrían ascender hasta el 25% en algunos territorios-, y dedica un apartado especial para contabilizar los casos de los profesionales sanitarios afectados.
Frente al primer método de recuento de cifras, que no consideraba datos tan relevantes como las UCI disponibles en la sanidad pública o privada, el nuevo protocolo exige informar de este dato y de la capacidad de estas unidades críticas de disponer de ventiladores. Se exige informar semanalmente de las contrataciones de personal, además del número de respiradores y ambulancias medicalizadas o no existentes en cada comunidad autónoma. La capacidad asistencial en espacios reconvertidos en centros médicos -como Ifema en Madrid, por ejemplo-, también tendrán que ser remitidos diariamente.
Según ha comentado esta mañana Alberto Garzón, ministro de Consumo, ante la "ausencia de metodología única" a nivel global, el nuevo protocolo busca "homogeneizar y que las cifras sean comparables", en España, ante el desfase general descrito por los cálculos de las CCAA.