
El anuncio de elecciones catalanas anticipadas para este año, aunque todavía sin fecha, realizado por Quim Torra, ha reactivado las aspiraciones del centro-derecha moderado para recuperar el espacio electoral que desapareció junto a Convergència y Unió. De hecho, de aquellos restos surgen las nuevas iniciativas.
La opción más avanzada hasta el momento es el nuevo partido catalanista no independentista, liberal y humanista que conformarán la unión de la Lliga Democràtica y Lliures a finales de marzo, previsiblemente el día 27.
Ese día tendrá lugar el "congreso de unidad", en el que también participarán la plataforma Catalunya segle XXI -entidad impulsora de Lliga Democràtica, con integrantes como el expresidente de Societat Civil Catalana Josep Ramon Bosch-, la asociación que se define como democristiana y europeista Cercle Carlemany, y la asociación Barcelona Distrito Federal, que defiende la Barcelona metropolitana soñada por Pasqual Maragall .
Pero la incorporación de Lliures -partido que fue impulsado por figuras como el exconvergente Antoni Fernández Teixidó y el exUnió Roger Montañola- a la Lliga como proyecto común no cuenta con todos los apoyos que desearía, ya que Units per Avançar -herederos de Unió que se unieron al PSC en las últimas elecciones autonómicas- se resiste a abandonar su actual hogar en las listas socialistas.
Tampoco se prevé la adhesión de El País de Demà, colectivo de empresarios, académicos y políticos que en sus filas cuenta con exsocialistas y exconvergentes -como los exdiputados Carles Campuzano y Jordi Xuclà, la senadora Marta Pascal y el exconsejero de la Generalitat Lluís Recoder-, ya que esta plataforma también tiene sus propias aspiraciones de formar partido, que prevé definir para el mes de marzo.
Además, El País de Demà sí que defiende el independentismo, pero rechaza la vía unilateral y la de esgrimir el derecho de autodeterminación como chantaje al Estado. Defienden un referéndum acordado, y están a la espera de si el PDeCAT rompe con JxCat -controlado por Carles Puigdemont desde Bélgica- para unir fuerzas.
Pero tanto la unión de la Lliga con Lliures como el proyecto en mente de El País de Demà comparten los mismos retos: candidato, financiación y opciones de conseguir representación en el Parlament. Todavía no cuentan con un cabeza de lista carismático; al no tener representación parlamentaria actualmente no pueden obtener subvenciones para sufragar los gastos de la campaña electoral, y no quieren arriesgarse a quedar en la irrelevancia si no consiguen ningún escaño en la Cámara Catalana.
La Lliga tiene actualmente al frente a la politóloga Astrid Barrio, pero tras la incorporación de Lliures, en la que conformarán la dirección política del nuevo partido y realizarán una declaración de unidad, prevén consensuar cuanto antes la lista electoral y su líder. Su calendario óptimo es conseguirlo para abril y estar preparados si hay comicios en junio.
En ese periodo intermedio, durante el mes de mayo, prevén lanzar una campaña de crowdfunding para obtener recursos económicos. Respecto a sus aspiraciones de representación, confían en poder atraer hasta 300.000 votos que en las autonómicas se decantan por formaciones soberanistas, pero no en las elecciones estatales. Catalanes que apoyen más autogobierno, pero no la ruptura.
Candidatos en busca de apoyos
Y mientras estos colectivos buscan líder, de momento sin éxito, hay políticos de centro-derecha con ganas de recuperar o conquistar protagonismo en la política autonómica, pero que requieren de apoyos con los que catapultarse.
Es el caso de Artur Mas, que en menos de una semana, el 23 de febrero, llegará al fin de su condena a 13 meses de inhabilitación para ejercer cargos públicos -reducida desde los dos años iniciales- por la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014.
Hace meses que el exlíder de CiU se deja ver en actos, especialmente del PDeCAT, pero no quiere arriesgarse a un regreso a la política activa fallido, y aunque sus discrepancias con Carles Puigdemont son notorias, sabe que de momento el expresident huido a Bélgica tiene las de ganar a través del control de JxCat.
También sopesa su salto a la política autonómica el exprimer ministro francés Manuel Valls, actual concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, y por ello está de gira por Cataluña para analizar sus opciones.
Su número dos en el consistorio barcelonés, Eva Parera, que procede de Unió, fue una de las impulsoras de la Lliga, pero abandonó el proyecto aduciendo que pretendía "resucitar a Convergència". Por su parte, la Lliga descarta a Valls como líder.
ERC y JxCat también buscan nº1
La elección de la persona que debe abrir las listas en las próximas elecciones catalanas no es una preocupación única de las posibles nuevas formaciones del mapa político autonómico. Los partidos actualmente en el Govern, ERC y JxCat, también se encuentran en ese brete.
En el caso de JxCat, Quim Torra está a un paso de la inhabilitación y ya había dejado claro que no optaría a la reelección, mientras el líder en la sombra, Carles Puigdemont, sigue huido en Bélgica y pendiente del suplicatorio que puede acabar con su inmunidad como europarlamentario.
Si el Parlamento europeo acepta la petición de España de retirarle la inmunidad para que pueda ser juzgado por el 1-O, no podrá volver a la política catalana, y tampoco si mantiene su escaño comunitario, ya que es incompatible con el autonómico.
ERC también tiene inhabilitado a su referente, Oriol Junqueras, aunque hará todo lo posible por situarle en el primer puesto de la lista. Si no es posible, el candidato mejor situado es el actual vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès.