Política

Junqueras lidera el paseo de los exconsellers presos por el Parlament para pedir diálogo ante un independentismo hecho añicos

  • Acuden como testigos a la Comisión de investigación del artículo 155
  • Los seis exconsellers no pisaban el Parlament desde octubre de 2017
  • Ayer, la retirada del acta a Quim Torra dejó muy débil la legislatura

Los seis exconsellers de la Generalitat encarcelados Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull y Dolors Bassa han sido este martes testigos en la Comisión de investigación del Parlament sobre la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Los seis, que han llegado bajo gritos de 'libertad', acuden a la cámara catalana en un momento crítico para el independentismo después de que ayer Roger Torrent acatara la inhabilitación como diputado de Quim Torra.

A la comisión no han asistido Carme Forcadell, Jordi Sànchez ni Jordi Cuixart sino que solo estaban llamados los que fueron consellers del Govern de Carles Puigdemont y cuya asistencia ya fue reclamada -y no autorizada por el Tribunal Supremo- durante su prisión provisional. Tampoco han acudido los diputados del PP, que han calificado la comisión de "mitin político preelectoral" y Ciudadanos solo ha estado presente hasta la intervención de Lorena Roldán, que ha reprochado a Junqueras que no haya pedido perdón por gastar el dinero de los catalanes en su causa.

Junqueras: "Volveremos a ejercer la autodeterminación"

Ha sido el ex vicepresident Junqueras el primero en hablar y marcar un guión que seguirían los demás.  Primero, reconociendo estar "muy contento" de haber podido acudir al Parlament y después, recordando que nunca ha renunciado al diálogo. Eso sí, sin renunciar a volver a ejercer la autodeterminación.

Junqueras ha reprochado la "represión" -quizás la palabra más repetida- del Gobierno contra "nuestro programa político, que era público y nadie lo impugnó" y ha insistido en que "nada de lo que hicimos es delito, hacer un referéndum no es delito, no está recogido en el Código Penal. Defender la independencia de Cataluña y la Repúbluca, no es delito. Nuestra prisión es claramente injusta". 

El exvicepresident ha celebrado la mesa de diálogo conseguida con el Gobierno y ha pedido "nuevas recetas" para intentar solucionar una reivindicación histórica: "Me muero de ganas por hablar con todos" ha dicho, pero ha lanzado una advertencia: "Algunos de los que aplaudieron la represión probarán las cloacas del Estado".

Tras recordar que "no hay nadie más independentista que ERC", Junqueras ha explicado a la CUP que no es "incompatible" el escepticismo que pueden tener ante el Gobierno central con las ganas de buscar soluciones: "No hemos venido a hacer cosas fáciles, hemos venido a hacer lo que es necesario".

"No más episodios como el de ayer"

El resto de las intervenciones se han desarrollado en el mismo sentido. Jordi Turull, exconseller de Presidencia también condenado por sedición, ha utilizado su turno de palabra para criticar al "deep state" por decidir "quién puede y quién no hacer política" pero se ha mostrado abierto a un diálogo "real". 

Sin embargo, Turull ha hecho especial hincapié en la necesidad de mantener la unidad del independentismo para poder persistir en el objetivo de culminar lo que empezaron el 1-O: "Con episodios como el de ayer algunos se están frotando las manos", ha dicho en referencia al posible adelanto electoral tras dejar el Parlament sin acta de diputado a Torra. "Lealtad y confianza, por el pueblo de Cataluña. No les podemos fallar", ha respondido a JxCAT, ERC y la CUP de quien está convencido que "podéis poneros de acuerdo. Aparcad el orgullo y recordad la dignidad".  

Raül Romeva ha entrado de lleno sobre el 155 -motivo de la comisión de investigación- y ha asegurado que ya no es solo un artículo de la Constitución, es una "categoría" en sí mismo y "sinónimo de error, el mayor error que se ha producido en política en la época democrática". El exconseller de Exteriores ha aprovechado su intervención para reivindicar el derecho a "defender ideas políticas" con legitimidad democrática y ha denunciado la versión contraria a la realidad que se intenta imponer: "De aquí no me moverá ni el Tribunal Supremo". En este sentido, el exconseller ha pedido a los partidos independentistas unidad: "Dejemos de hacer sufrir a la gente".

Por su parte, Joaquim Forn, exconseller de Interior, ha querido mostrar su ilusión por volver al Parlament para después criticar la "total intervención" que supuso el 155: "Bloqueó el proyecto político o proyectos en iniciación (carreteras, como ejemplo), imposibilitó la compra de munición y de armas para las prácticas de tiro...". Así, Forn ha querido resaltar las consecuencias de la intervención de un departamento del que depende la seguridad ciudadana. "Estaban obsesionados desde el Estado por recuperar estas competencias", ha indicado.

"Volvamos a poner a la gente y al país en el centro del debate", ha dicho haciendo suyas las palabras de Turull para solicitar a los partidos la unidad que sacó adelante el 1-O. "Lo que está en juego es demasiado importante y una gran parte de la sociedad nos pide unidad", ha zanjado.

En su turno, el exconseller de Territorio Rull ha advertido al Estado de que "los fuertes pactan y los débiles imponen", y ha asegurado que en 2017 "nunca tuvimos un Gobierno fuerte que se sentara a negociar, que entendiera que no se pueden tomar decisiones dando la espalda a la voluntad democrática de la ciudadanía". Tras agradecer la "resistencia" de los servidores públicos durante el 155, ha asegurado que su aplicación no fue un elemento aislado y, a su juicio, formaba parte de una estrategia previa que sigue por parte de los poderes del Estado. Para Rull, el 155 es la expresión "más descarnada de la debilidad del Estado a la hora de afrontar políticamente un pleito democrático".

En último lugar, Bassa, exconsellera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia de la Generalitat que ha cerrado las comparecencias, ha vuelto a pedir a las formaciones independentistas que abandonen sus discrepancias y que apuesten por el diálogo para avanzar. "Ahora no necesitamos peleas, no necesitamos batallas de postureo, es el momento del diálogo y de avanzar día a día", ha recalcado en busca de reactivar el espíritu del 3 de octubre de 2017.

Más de dos años fuera del Parlament

La Conselleria de Justicia de la Generalitat, que ostenta la potestad de los acusados desde que se emitió la sentencia en firme, autorizó hace dos semanas su comparecencia para garantizar su presencia en el Parlament al ser un "deber inexcusable, atendiendo a que se trata de una petición formulada por la Cámara catalana".

Esta ha sido la primera vez que Junqueras, Turull, Romeva, Forn, Rull y Bassa han pisado el Parlament desde que la Cámara se disolviera con la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno de Mariano Rajoy tras la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017 que provocó sus detenciones.

En el caso de Junqueras, Rull y Turullacudieron al Congreso de los Diputados en la sesión constitutiva de la Cámara baja tras las elecciones del 28 de abril tras ser elegidos diputados. Forn, por su parte, también pudo asistir al primer pleno en el Ayuntamiento de Barcelona como concejal electo en los comicios municipales.

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