El presidente en funciones y encargado por Felipe VI para formar el Gobierno de la XIV Legislatura, Pedro Sánchez, ha dado este martes un pasó más en su intento por conseguir los apoyos necesarios para superar la investidura. Más allá de recoger votos o abstenciones, de eso se encarga en su mayor parte el equipo negociador que capitanea Adriana Lastra, hoy Sánchez ha intentado transmitir a los presidentes autonómicos la urgencia de tener Ejecutivo lo antes posible, necesidad que incluso le ha llevado a retomar el contacto con Quim Torra y acceder a reunirse con el presidente de Cataluña una vez se revalide en el cargo.
Se trata de la primera vez que un candidato a la investidura realiza esta ronda de llamadas a los presidentes autonómicos, para algunos un intento de camuflar la supresión del veto a Torra. La misión oficial de Sánchez de este lunes era la de transmitirles su objetivo de "gobernar desde los valores progresistas" y de "construir grandes consensos con las fuerzas políticas y con los máximos responsables de las Comunidades Autónomas" para evitar unas terceras elecciones.
Siguiendo el protocolo, Sánchez ha iniciado los contactos por la autonomía más antigua con el lehendakari, Iñigo Urkullu. Pero tras los 15 minutos en los que ha expuesto al líder vasco que quiere que esta sea la legislatura del "diálogo territorial", mensaje que ha difundido a todos los mandatarios, ha llegado el turno de la conversación más importante por el momento en que se produce.
Torra querrá hablar de autodeterminación
Aunque igual de breve, Sánchez ha informado a Torra durante apenas un cuarto de hora del propósito de reducir la tensión territorial y de reanudar el diálogo como respuesta a la "crisis política" en Cataluña, un mensaje en línea con los avances de las negociaciones con ERC.
Según han informado desde Moncloa, el líder socialista ha dicho al president que se "necesitará tiempo", pero que el diálogo, la consecución de un Gobierno y la aprobación de unos nuevos Presupuestos harán posible abordar cuestiones clave para Cataluña, como son la sanidad, la educación, las infraestructuras y los transportes, la dependencia o la industria.
Según las mismas fuentes, tras transmitir Torra a Sánchez que mantendrá sus principales reivindicaciones, ("el ejercicio del derecho de autodeterminación y el fin de la represión así como la libertad de los presos políticos", han especificado desde Presidencia de la Generalitat) el presidente en funciones ha respondido con el Estado Social y Democrático de Derecho y la plena defensa a la independencia de la Justicia.
Pero Torra no va a limitar su nuevo tiempo con Sánchez a la salud o la educación. El president catalán ha solicitado una reunión con el presidente para tratar sus reivindicaciones históricas y ha conseguido el 'sí' de Sánchez para ese encuentro, aunque le ha emplazado a esperar a que forme Gobierno.
El Govern celebra el futuro encuentro y confirma que se pondrá sobre la mesa la autodeterminación fin de la represión, de la libertad de los presos y del retorno de los exiliados", según ha relatado la Consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, en rueda de prensa.
Sánchez propone una reunión anual en el Senado con las CCAA y reuniones bilaterales con todos los presidentes
El catalán quiso un trato preferencial al intentar ser el primero en recibir la llamada de Sánchez, alegando problemas de agenda. Este contacto se preveía como la conversación más tensa por los meses de silencio que el socialista ha impuesto entre ambos a pesar de los intentos del president para dialogar sin dejar de poner sobre la mesa la autodeterminación.
A pesar de haberse resuelto con "cordialidad" tal y como han informado ambas partes, Torra ha aprovechado la llamada para afear a Sánchez la falta de cortesía institucional por no haberle cogido el teléfono estos meses. Unas horas después, también ha reprochado al socialista que ya no le considere presidente autonómico por no haberle comentado a él la conferencia anual de presidentes autonómicos.
Y es que Moncloa ha informado de que Sánchez ha comunicado formalmente a los presidentes de las Comunidades Autónomas la celebración de una Conferencia anual cuando se celebre el debate de investidura. Será uno de los ejes principales de la legislatura del diálogo y de la reducción de la tensión territorial.
Los otros dos ejes para la "normalización territorial" serán las reuniones bilaterales que tendrán lugar con cada uno de ellos tras la investidura (en el marco del foro autonómico que se reúne desde 2017) así como el compromiso de renovar la financiación autonómica.
Las llamadas a los 17 presidentes autonómicos se producen tras la ronda de partidos iniciada este lunes por Sánchez con el PP y Ciudadanos -que no arrojó ningún avance- y que continía este martes Adriana Lastra con Más País y Compromís, ERC, EH Bildu (por primera vez tras levantar el PSOE el veto), JxCat y la CUP. Solo Vox (con quien también habría sido la primera vez) ha rechazado la cita ante la negativa de validar el Gobierno de coalición con Unidas Podemos.
Tras proponerle Felipe VI como candidato a la investidura, Sánchez anunció estos contactos para allanar el camino hacia un examen parlamentario al que de momento la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no ha puesto fecha.
Sánchez calma a Page y Lambán
Sánchez y su homólogo en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, han departido durante 20 minutos. Ha sido una conversación en la que, según precisan a Europa Press fuentes presidenciales castellanomanchegas, Sánchez ha trasladado a García-Page su intención de no salirse de los límites constitucionales en las negociaciones de cara a su investidura.
Según el entorno de García-Page, Sánchez ha reflexionado al respecto de que esta legislatura debe ser la que solucione muchos problemas territoriales que están pendientes y que son multilaterales, no solo el problema catalán, empezando por la financiación autonómica. Del mismo modo, según esta versión, Sánchez le ha trasladado que comprende las distintas posiciones y sensibilidades de todos los territorios, sin ningún reproche sobre las últimas críticas.
A su vez, el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, otro crítico con la negociación con ERC, ha escuchado cómo Sánchez le aseguraba "fehacientemente" que "nada de lo que él tenga que hacer para su investidura, ni para su posterior trayecto como presidente del Gobierno se va a salir ni un milímetro de la Constitución y del perímetro de lo legalmente establecido".
En una conversación "cordial", Lambán le ha planteado, por su parte, que en Aragón "siempre" ha existido el "temor" de que "posibles pactos de gobierno resulten negativos para la Comunidad, porque favorecer a unos territorios puede significar "perjudicar a Aragón". Sin embargo, Sánchez le ha garantizado que eso "no se va a producir" y Aragón "va a tener el trato justo que le corresponder".