
Cuando, durante el último debate electoral, Pedro Sánchez anunció sin matices la futura derogación de la reforma laboral si se mantenía en Moncloa tras las elecciones generales de este domingo, sembró dudas respecto a los planes socialistas en este campo que desde el 28 de abril han estado llenos de pasos adelante y atrás por las diversas declaraciones de portavoces del Gobierno. Sin embargo, fuentes del PSOE explican que se mantiene el plan original de derogar solo los aspectos más lesivos de la reforma de Mariano Rajoy. Del resto se ocupará el nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI al que se comprometen los socialistas en su programa, que redefinirá la legislación laboral y, por tanto, terminará de sustituir y reemplazar la reforma laboral popular. Especial Elecciones
Y es que, desde el punto de vista del PSOE, una derogación completa e inmediata de estrategia aprobada por el PP en 2012 no solventaría retos del mercado de trabajo actual, como la digitalización o el vacío de legislación laboral en la que viven los riders que trabajan para empresas como Glovo del ámbito de la economía colaborativa. "Derogar la reforma entera de golpe no resolverá los problemas del mercado laboral", indican desde Ferraz.
Precisamente, para ello, quieren desarrollar el Estatuto de los trabajadores del siglo XXI, la gran propuesta de Pedro Sánchez en el ámbito del empleo y con la que definirá un nuevo marco para las relaciones laborales. Es decir, que con él los socialistas sustituirán los aspectos de la reforma laboral que queden vivos tras los aspectos derogados previamente. Entre los objetivos que maneja el PSOE con esta estrategia está suprimir la posibilidad de que una empresa pueda despedir de manera procedente a una personas tras varias bajas intermitentes pero justificadas, algo que avaló el propio Tribunal Constitucional y que el propio presidente del Gobierno en funciones censuró en octubre.
En resumidas cuentas, que se puede interpretar que con la derogación de los renombrados "aspectos más lesivos" y la aprobación de un nuevo estatuto de los trabajadores se asegura, por así decirlo, la supresión de la reforma laboral en dos fases. Sin embargo, los propios socialistas alertan de que es muy posible que el nuevo escenario laboral no sea similar, ni remotamente, al de 2011, que es lo que venía pidiendo Unidas Podemos, formación que también ha reclamado la derogación de la reforma laboral que emprendiera José Luis Rodríguez Zapatero en 2010.
Claves
Según el programa socialista, el nuevo estatuto de los trabajadores deberá pactarse con los agentes sociales, es decir, con sindicatos y empresas. Como claves, "deberá garantizar la protección de los trabajadores y trabajadoras frente a los desafíos sociales, tecnológicos y ecológicos del siglo XXI, reforzando su participación en las decisiones de las empresas y recuperando el papel crucial de la negociación colectiva".
Para ello, se elaborará "una carta de derechos de los trabajadores y trabajadoras que actualice el catálogo de derechos a las exigencias de la digitalización, incluyendo el derecho a la desconexión".