Antes o después, China se acabará convirtiendo en la primera economía del mundo, superando a Estados Unidos. Solo la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump puede dilatar la llegada de un sorpaso inevitable. Pese a esta realidad, el gigante asiático sigue teniendo poco peso en las carteras de los inversores. Era casi irrelevante, a pesar de que, por importancia y oportunidad debería suponer al menos el 10% de las carteras más ambiciosas.
Hay que tener en cuenta que los mercados chinos, por PER, son los más baratos del mundo. Más baratos incluso que la bolsa española, que es el mercado más barato que se puede comprar ahora mismo en Europa.
Aún así, hay muchos inversores que son reticentes a invertir en China. Por un lado, porque consideran que no es un mercado aún lo suficientemente desarrollado. Y por otro, porque no es una democracia, con todos los peligros que eso representa a nivel de regulación. Tampoco ayuda el sistema financiero, con muchas necesidades. Y, por supuesto, tampoco se puede obviar el peligro que ha introducido Donald Trump con su política arancelaria.
China vende, cada año, a Estados Unidos, productos por valor de 438.000 millones de dólares. E importa productos por 143.000 millones. Un déficit comercial que ronda los 300.000 millones de dólares, que equivale casi al 1% del PIB norteamericano. De esta forma, en la guerra comercial, el gran perjudicado podría ser más Estados Unidos que China. No hay que olvidar que la mayor parte del negocio de las empresas chinas se genera y se utiliza dentro del propio país, que cada vez es más consumista, y lo hace de manera interna.
Oportunidad de inversión
Otro argumento que esgrimen algunos expertos en contra de invertir en China es que el país está en recesión. Que puede sonar raro, teniendo en cuenta que su economía crece a un ritmo del 4%, pero esos niveles, para el gigante asiático, equivalen casi a estar en recesión. Pero más que un problema, debería verse como una oportunidad, pues China tiene las herramientas para revertir la situación mejor que los países europeos o incluso que Estados Unidos, y salir de esta hipotética recesión. Al ser una dictadura, tiene más margen para manipular su propia economía o para insuflar estímulos.
El mejor momento para invertir en un país es cuando está en recesión. Si esperamos a que salga de esta situación para empezar a invertir, iríamos ya tarde. Y con los principales parquets chinos aún en negativo, es el momento perfecto para incorporar productos del gigante asiático a la cartera. Para guiar este proceso, contamos con la presencia de Joaquín Gómez, director adjunto de elEconomista.es, y Fernando Luque, editor senior de Morningstar, que presentan los mejores productos del mercado para sacar partido al mercado chino.
Fidelity China Innovation Fund (LU0455706654)
Mucha gente se dio cuenta después de la aparición de DeepSeek de que China es una potencia tecnológica. Ya no se limitan a copiar y pegar, sino que están a la vanguardia en innovación. China hace ya años que abandonó la idea de ser la fábrica del mundo, para ser el mayor proveedor de servicios de alta calidad. En 2015 señaló 13 tecnologías estratégicas, y hoy es líder en muchas de ellas, y en el resto, muy competitiva. Además, tras la crisis inmobiliaria, el crédito ha abandonado ese sector. Ahora el crédito se dedica a las empresas tecnológicas, de placas solares, de automóviles... Y para sacar partido a este campo, este fondo es uno de los muy buenos, aunque no hay muchos especializados en tecnología china.
Fidelity China Consumer Fund (LU0594300096)
Hay dos grandes sectores en China, tecnología y consumo. Y el de consumo es muy importante, porque además el objetivo del Gobierno es fomentar el consumo interno. Y en este campo este fondo es perfecto, que es verdad que sus tres principales posiciones son Alibaba, Tencent y PDD, que para algunos podrían considerarlos tecnológicas, pero que como pasa con Amazon, están en el sector de consumo. Es un fondo perfecto para tener en cartera.
Pictet China Index R (LU0625738058)
No hay muchos fondos indexados en China, y este es uno de ellos. Permite una exposición sin complicarse la vida, invirtiendo en todo el mercado chino, referenciado al MSCI China, que se puede mantener a largo plazo en las carteras.

iShares MSCI China (IE00BJ5JPG56)
En la misma línea, que el Pictet, pero al ser un ETF los costes son un poco menores, al ser del 0,28% en lugar del 0,98%.
Schroder Fund China A (LU2191242283)
Cuando hablamos de renta variable china, hay distintas clases de acciones. La gente conoce las Alibaba, Tencent, etc. Son las acciones que cotizan en Hong Kong, y se les conoce como acciones H. Pero hay dos bolsas continentales en China, Sahghai y Shenzhen, que cuentan con acciones clase A, que son compañías locales, que ni nos suenan en occidente, pero que también son muy interesantes, porque además están menos expuestas a la guerra comercial, pues son muy de consumo local. Y este fondo, que es muy particular, está especializado en ese tipo de acciones.
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